Impulso

Posiblemente, quienes hayan visto la película 21 Blackjack, la fantasía de hacerse con un botín de dinero a partir de un seguimiento de las cartas que arroja el crupier se les ha cruzado por la mente.

La popularidad del blackjack radica en lo apasionante y atrapante que resulta el volteo de cartas para sumar más puntos que el crupier sin pasarse de los 21 puntos: quienes no se atrevan, quizás sean superados por el repartidor del casino y los más osados deberán estirar al máximo para no superar el límite en búsqueda de llevarse la mano.

Lo positivo es que actualmente se puede jugar blackjack online desde la comodidad de un dispositivo móvil y desde el sitio que quieras. Podés llevar toda la pasión del casino en tu bolsillo para jugar en todo momento. Además del blackjack, hay muchos otros juegos online de casino y son múltiples las ventajas y beneficios que ofrecen. Conozcamos en detalle algunos motivos que hacen que cada vez más personas se sumen a este tipo de juegos.

Seguridad

Aún existen personas que son reticentes a jugar blackjack de manera online debido a que no confían en los sitios de apuesta. Lo cierto es que se han reforzado al máximo las medidas de seguridad con el fin de garantizar la protección de información personal y financiera del usuario.

Estas medidas no sólo tienen que ver con mejoras de software tales como cortafuegos, cifrados que impiden el acceso no deseado a los servidores o SSL para guardar los datos, sino que también hay organismos gubernamentales que han trabajado para regular este tipo de juegos con el fin de que sean sitios seguros y con equidad tanto para los jugadores como para los sitios web de apuestas.

Accesibilidad

Clave. Jugar al blackjack online no requiere más que un teléfono, una tablet o una computadora con conexión a internet.

Ya sea a través de una página web o de una aplicación, es posible realizar apuestas y entretenerse en cualquier momento.

Comodidad

Ligado al punto anterior, una de las ventajas de jugar blackjack online es la comodidad de poder realizarlo desde tu hogar o desde el lugar que prefieras sin la necesidad de trasladarse a un casino algo que, de hecho, puede implicar un largo viaje ya que hay importantes centros urbanos que no disponen de este tipo de locales de juego.

Facilidad de pago

En sintonía con la comodidad y la accesibilidad, los sitios de blackjack online cuentan con múltiples posibilidades de pago y de cobro de premios. Desde monederos electrónicos reconocidos mundialmente, hasta tarjetas de crédito o de débito, como así también a través de transferencia bancaria.

Más allá de la seguridad que garantiza contar con el respaldo de entidades bancarias o empresas de pago electrónica reconocidas, la mayoría de ellas ofrecen la opción de retiro de dinero de una manera inmediata y sencilla para que puedas disponer de él cuando lo desees.

Atención a toda hora

Otra de las ventajas, además de poder jugar online en cualquier horario y cualquier día de la semana, es que en todo momento podrás contactarte con un agente de atención al cliente para que puedas tener cualquier tipo de asesoramiento.

En este aspecto, además de aportar a la seguridad del sitio, es sumamente valorable para poder despejar cualquier tipo de duda realizando una consulta o resolviendo un problema ya sea de carácter técnico o, no menos importante, de dinero ingresado o a retirar.

Ideal para nuevos jugadores

Los casinos físicos suelen ser poco permeables para los jugadores novatos que ingresan con el prejuicio de que saldrán de ese lugar perdiendo dinero y, por ese motivo, se resisten.

Como contrapartida, el blackjack online permite hacer apuestas a muy bajo costo, lo que permite ir conociendo las lógicas del juego sin la necesidad de gastar demasiado dinero.

Consideraciones finales

Ya sea para principiantes como para apasionados por los juegos de naipes y, en particular, por el blackjack, los casinos online han cambiado la manera de relacionarse de los usuarios con el juego a partir de las ventajas antes mencionadas, generando que cada vez más personas se sumen a jugar, divertirse y, por qué no, ganar algo de dinero.