El titular de la cartera de Haciendo vaticina un crecimiento del PBI en torno al 8% este año. Las claves para lograr ser "optimistas".
Economistas coincidieron en que el pronóstico de crecimiento del 8% para la actividad económica este año es realista, y también señalaron que el año próximo el Producto Bruto Interno (PBI) lograría recuperar lo perdido durante la pandemia.
El jueves último se conoció el Estimador Mensual de la Actividad Económica (EMAE) que publica el Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec), que dio cuenta de que en junio PBI creció el 10,8% interanual, también aumentó 2,5% con relación a mayo, acumuló en el primer semestre del año un aumento del 9,7%.
Si bien hace unos meses, desde el Gobierno se barajaba la hipótesis de un crecimiento del 7% del PBI, en las últimas semanas creció con fuerza la posibilidad de que ese incremento sea del orden del 8% “o más”, como dijo el ministro de Desarrollo Productivo, Matías Kulfas.
OPTIMISMO
El economista de la Universidad Nacional de Moreno Alejandro Robba afirmó a Télam que “a partir de junio, en este nuevo escenario de vacunación en ascenso, contagios e internaciones en descenso y un mayor impulso fiscal por parte del Gobierno, es esperable un cierre de año aún más optimista que el 7%”.
“En efecto, respecto al gasto público, en junio se registra una recuperación en términos reales del 10% interanual en salarios públicos y del 3% en consumo público, y el gasto social, fundamentalmente jubilaciones y planes sociales, y los subsidios al sector privado, comienzan a revertir la tendencia a la contracción de los meses previos”, indicó Robba.
El analista puntualizó que “el cambio más fuerte se registra en el gasto en capital, que venía de un proceso de desaceleración en la medición interanual y pasó a una significativa expansión de 38% en abril, a 19% en mayo a 107% interanual en junio”.
“Si, como el Gobierno se ha comprometido, los salarios reales se recuperan, el crecimiento podrá ser aún mayor al estimado por el REM del Banco Central hoy del 6,9%. En realidad, el ritmo del nivel de actividad es importante no por el hecho de discutir proyecciones, sino por el alto impacto positivo que existe entre el crecimiento económico y las mejoras en el nivel de vida de la población”, concluyó Robba.
En la misma línea, el economista de la Universidad Nacional de Avellaneda (Undav) Sergio Chouza.
Indicó a esta agencia que “el aumento del 8% del PBI que pronosticó Kulfas es un escenario más aceptable y esperable que el 7%, que es un poquito conservador”.
EL PLAN DE VACUNACIÓN, LA CLAVE
“Obviamente se incorpora información que hace un par de meses no estaba, que es cómo se venían descongelando las diferentes actividades y avanzando el plan de vacunación”, destacó Chouza, quien subrayó que “hay cada vez más actividades que recuperan grados de normalidad casi plenos”.
De esta manera, estimó que “si se cumpla eso y el año próximo se crece en torno al 4%, para 2022 ya se estarían recuperando niveles de actividad previos a la pandemia y superando a 2019 en términos de PBI”.
“Así se contradice el informe absurdo de la OCDE, de fines de mayo, que marcaba que Argentina iba a ser el último país en recuperar los niveles previos a la pandemia en 2026”, indicó Chouza.
A su criterio, “desde lo macro están dadas las condiciones, con un tipo de cambio competitivo, una situación cambiaria ordenada, cuentas públicas que de a poquito empiezan a consolidarse, la recaudación que crece por una mejora de la actividad, y la inflación que empieza gradualmente a ceder”.
EN RECUPERACIÓN
Por su parte, el director del Centro de Economía Política Argentina (CEPA), Hernán Letcher, afirmó que “este año habrá un nivel de actividad que probablemente dé un crecimiento entre 7% y 8%, lo cual significa que buena parte de la caída del año pasado se recupera”.
“Te deja en los umbrales de 2019, que no es el mejor año pero en tan solo un año se recuperaría buena parte del efecto Covid”, destacó Letcher, quien precisó que “la recuperación es heterogénea, con actividades que tiran muy para arriba y otras que todavía no se recuperan, que son las más afectadas por la pandemia”.
En ese sentido, remarcó que “el problema de estas actividades es que continúan expulsando trabajadores”, y añadió que “eso es ciertamente preocupante”.
De todos modos, subrayó que “aunque algunos lo nieguen, la recuperación de la actividad es evidente”.
REBOTE DEL “GATO MUERTO”, deben crecer salario y consumo
En tanto, el economista de Flacso Horacio Rovelli señaló que “el año pasado el Producto Bruto cayó 9,9%, la mayor caída que se tenga registro”, por lo que estimó que “lo que se está viviendo es un efecto que se conoce como el rebote del gato muerto”.
“Estamos igual que el año pasado, o levemente por encima del año pasado que fue un desastre”, indicó Rovelli, quien destacó que “otros países salieron un poco más rápido. La razón del crecimiento económico de la Argentina es el mercado interno, que crece lentamente por que los salarios no crecen más rápido”.
El analista dijo que “si no crece el poder adquisitivo de la población ni el número de empleo, es inútil que estemos pensando que va a crecer el Producto Bruto”, y puntualizó que “el consumo es más del 70% del PBI”.
En ese sentido, puso de relieve que “cuando Néstor Kirchner llegó al Gobierno, tras un año en que se produjo la caída más alta del PBI que se tuviera registro, del 8,8% en 2002, lo primero que hizo fue congelar el tipo de cambio y aumentar los salarios, impulsó la demanda interna y por eso se creció en forma sostenida a tasas chinas de 9% real cada año durante cuatro años”.