Impulso

La actividad inmobiliaria durante el primer semestre del año se mantuvo en niveles muy altos, aunque, por el perfil de los compradores, se concentró en aquellos inversores que buscaron un refugio para sus excedentes, siendo un mercado esquivo para los consumidores finales, que aún no aparecen en escena.

Así lo reflejó Javier Grandinetti, titular de la Cámara de Empresas Inmobiliarias de Rosario (Cadeiros), al realizar un balance de lo acontecido en su rubro en los primeros seis meses del 2010. "La rueda del mercado inmobiliario va a seguir girando, pero necesitamos diversificar la demanda, y eso tiene que ver con tomar el crédito como política de Estado. Las herramientas están, sólo falta decisión política", sentenció.

"Existen muchos instrumentos para agilizar el financiamiento hacia los sectores que hoy están quedando afuera. Por ejemplo, vemos que hay muchas inversiones fraccionadas, pequeñas, de 10 ó 15 mil pesos. Con esas cifras, se podría armar un fondo común para que se otorguen créditos a la clase media", explicó Grandinetti.

El empresario manifestó de esta forma su preocupación por una situación insoslayable: el mercado inmobiliario se movió muy bien de enero a junio -sólo hubo una pequeña baja ante el furor del Mundial-, pero eso se dio gracias a la acción de grandes inversores, que utilizaron los ladrillos como refugio para su capital excedente.

"La rueda va a seguir girando, porque remanente hay. Pero es necesario recuperar la capacidad de compra de las demás personas, y eso va de la mano con la aparición del crédito. Esa es la materia pendiente", continuó.

Por otro lado, Grandinetti remarcó que aún no se ha cristalizado el goteo proveniente de la actividad agropecuaria. "Recién por estos días, con la suba de la soja, se pudo ver alguna suba, pero todavía no hay un ingreso importante del campo", afirmó.