Para el especialista, la misma fue “un gran fracaso reconocido por todos los actores” del rubro, con “un trasfondo político del cual hoy se pagan las consecuencias”. “Se piensa en las necesidades de Buenos Aires, y no en el déficit habitacional del resto de la Argentina”, remarcó el especialista.
Un estudio del Colegio de Corredores Inmobiliarios de Rosario estableció que hay casi 60.000 inmuebles a la venta en la ciudad y solo 900 en alquiler. Según indicaron desde la entidad, se trata de un fenómeno que se replica a lo largo y ancho de la Argentina, que se ha acrecentado en los últimos meses desde la aplicación de la Ley de Alquileres.
El corredor inmobiliario Diego Ferreyra, integrante del Departamento de Comunicación COCIR, indicó en diálogo con Todo Pasa de Radio Boing que el 92% de las publicaciones son de Rosario y Gran Rosario. En la misma línea, destacó que los casi 60.000 inmuebles “vacíos” se pueden explicar a partir de una serie de factores, entre los que destacó la aplicación de la normativa.
Para el especialista, la misma fue “un gran fracaso reconocido por todos los actores” del rubro, con “un trasfondo político del cual hoy se pagan las consecuencias”. “Se piensa en las necesidades de Buenos Aires, y no en el déficit habitacional del resto de la Argentina”, remarcó el especialista.
En la actualidad, en oferta de venta desde el COCIR encontraron un abanico variado y repartido en términos proporcionales. “El gran problema viene con el tiempo que se demora en efectivizar la transacción, la cual alcanza un promedio no menor a 9 meses o un año”, explicó. A partir de esa conducta en el mercado el stock de viviendas se engrosa período a período. Durante septiembre solo se lograron 1.200 traspasos.
“Dentro de lo que son viviendas, en toda la región las casas son las que más escasean, donde la demanda es proporcionalmente opuesta a la ofertas y distorsiona los valores. En el caso de los departamentos se encuentra más equilibrado”, subrayó.
Ferreyra hizo hincapié en la dificultad para los inquilinos el valor de los alquileres y la suba del costo de vida constante. Por otro lado, analizó la situación de los propietarios, quienes ven cómo se va devaluando lo que reciben por ese alquiler y la amortización en el tiempo.
Para concluir, se refirió a las dificultades en la Argentina para el acceso al crédito y las complicaciones para financiar la construcción de una vivienda o la compra de una.