Ante la llegada del frío, una especialista compartió información acerca del uso de dispositivos para calefaccionar ambientes.
Calefaccionar los ambientes no implica mayor riesgo para el contagio de coronavirus mientras el espacio cuente con ventilación permanente y cruzada, aseguraron especialistas, e insistieron en que el mejor modo de confirmar si la renovación de aire es la adecuada es con la medición del dióxido de carbono (CO2).
“Hay estudios que muestran que la baja humedad favorece la transmisión y la calefacción puede hacer que el ambiente sea más seco. Pero esto puede ocurrir sólo cuando no hay ventilación. Ventilar es la medida más importante para evitar que se acumulen aerosoles en el ambiente y que se produzcan contagios a distancia de una persona infectada“, explicó a Télam Andrea Pineda Rojas, investigadora del Centro de Investigaciones del Mar y la Atmósfera (CIMA) y del Conicet.
La especialista sostuvo que si el ambiente está bien ventilado se puede prender la estufa sin problema. “Lo importante es ventilar todo lo que se pueda, siempre, porque al reemplazar aire interior por aire exterior, si la ventilación es adecuada, la concentración de aerosoles se reduce rápidamente por dilución“, precisó.
El “contagio a distancia” que menciona Pineda Rojas es aquel que se produce cuando una persona inhala aire que contiene virus infectivo a más de dos metros de la persona que tiene coronavirus; esto se produce en los ámbitos cerrados porque los aerosoles se van acumulando en el ambiente.
A la vez, el contagio por aerosoles también puede darse “en proximidad“ porque esta especie de humo invisible que emitimos tan sólo al respirar tienen mayor concentración cuando se está cerca de la fuente de emisión (en este caso sería la persona infectada).
“Por eso aún al aire libre o en espacios ventilados hay que mantener distancia y barbijo para reducir el riesgo“, describió Pineda Rojas.
Télam