En los centros más urbanizados de la provincia flota la percepción de que en el campo se trabaja hoy menos que antes. Los datos arrojan conclusiones muy interesantes. En Santa Fe nunca se trabajó tanto el campo como hoy, pero no en todos los departamentos. Es por esto que la apreciación en los centros más urbanizados no es del todo desacertada.
Está instalado por parte de muchos actores sociales y económicos que los productores agropecuarios trabajan con menos intensidad que en el pasado, los motivos podrían ser variados tales como las políticas agresivas de los distintos gobiernos en temas impositivos, la continua inversión en nuevas tecnologías y también en que, con el transcurso del tiempo, los productores avanzan en edad y ya no es lo mismo que en el pasado comenzar las jornadas muy temprano a la mañana y muchas veces sin fines de semana, agregado a estos motivos se observa que las segundas generaciones (hijos y nietos) están en otra sintonía de negocios (sin la necesidad de estar todos los días con los sacrificios que insume la producción agropecuaria), mas focalizados con las plataformas digitales, criptomonedas, viendo oportunidades en el exterior, entre otras.
Si a todos estos aspectos cualitativos le agregamos las rentabilidades comparadas en cada visión en un país donde lo financiero en los últimos años está por encima de lo productivo, la sensación e impresión toma más realidad.
Es importante ver los datos para poder observar cuanto tiene de realidad esta percepción.
Lo primero que hay que mirar es cómo evolucionó el área sembrada (cereal y oleaginosa) en la provincia de Santa Fe en los últimos 30 años. Estos datos están en el gráfico de abajo.
Área sembrada y rendimientos en Santa Fe
1991 – 2021
Fuente: LP CONSULTING en base a MAGyP
Claramente que, lejos de sembrar cada vez menos, se siembra cada vez más. En el año 1991 se sembraba en el total de cultivos 3 millones de hectáreas. A partir de allí se ve una tendencia franca de crecimiento hasta la campaña 2007/08, junto con los rindes, que llevó el área sembrada a 5 millones de hectáreas.
En la campaña 2008/09 se produce una abrupta caída de los rindes producto de una fuerte seca que, sumada al conflicto del gobierno con el campo –la crisis de la Resolución 125–, hizo caer el área sembrada hasta 4,5 millones de hectáreas en la campaña 2010/11, donde también medió la crisis internacional del comercio.
A partir del 2011, si bien comienza el “cepo cambiario”, la recuperación de los precios y de los rindes (esto se ve claramente en el gráfico) empujó la recuperación. Las políticas favorables del anterior gobierno aceleraron dicha recuperación y los precios récords observados desde finales del 2020 llevaron el área sembrada a un máximo de 5,8 millones de hectáreas.
Conclusión: en Santa Fe nunca se trabajó tanto el campo.
Sin embargo, la percepción en Rosario no es del todo desacertada. Si se mira los departamentos alrededor de Rosario, efectivamente se detecta que el campo se trabaja menos. Los máximos de siembra se dieron en las décadas de los ‘90s y de los 2000 y las últimas campañas estuvieron un 20% abajo respecto de los máximos históricos.
Máximos de siembra y última siembra en los últimos 30 años
Departamentos donde cae el área sembrada
Fuente: LP CONSULTING en base a MAGyP
En donde se está trabajando fuerte el campo, al punto que explican la marcha hacia el máximo histórico que se observa en la actualidad, es en los departamentos del centro. Estos departamentos tuvieron los récords de siembra ahora, entre el 2019 y 2020, y son los que traccionan con potencia el área sembrada.
Máximos de siembra y última siembra en los últimos 30 años
Departamentos donde sube el área sembrada
Fuente: LP CONSULTING en base a MAGyP
Conclusión
Así las cosas, en Santa Fe nunca se sembró tanto. Pero es gracias a los departamentos del centro de la provincia.
En los departamentos de alrededor de Rosario, la percepción de que el campo se trabaja menos que antes, efectivamente es así; en el campo se trabaja menos.
Estos datos nos dicen que esto es producto de que las segundas generaciones están más en las criptomonedas y los empleos digitales que en el campo. Pero ciertamente que el avance de la urbanización hace que los jóvenes vayan modificando sus expectativas y su cultura, y que la tierra también vaya adquiriendo otros usos. En particular los desarrollos inmobiliarios. Funes, en este sentido, ciudad nacida en 1991, no paró de crecer en los últimos 30 años como desarrollo inmobiliario, lo que ilustra cómo el avance del urbanismo va desplazando la cultura del campo.
Una mención aparte y que no lo contemplamos en los cuadros anteriores merece el departamento de “General López”. Es el departamento con la mayor superficie sembrada. Tuvo su récord en la campaña 1996/97 con 1 millón de hectáreas. En la última campaña sembró 970 mil hectáreas. Es un 8% inferior pero no deja de ser el departamento agricultor por antonomasia. Bueno, es la zona núcleo.
Será un nuevo desafío que la política deberá dar en el futuro para que uno de los negocios más importantes como es el AGROPECUARIO este en serio en la agenda de gestión de cada gobierno de turno, y que con políticas activas y de mayor certidumbre puedan fomentar la mayor producción y darle nuevas oportunidades a las nuevas generaciones, recordando que EL CAMPO es el motor de ingreso de dólares más importantes que tiene nuestro país.
Fuente: LP CONSULTING