El Aislamiento selectivo, planificado e intermitente es una herramienta que evalúan los gobiernos nacionales y provinciales con el objetivo de aplanar la curva.
La iniciativa fue presentada en el Concejo Municipal por la concejala Susana Rueda, de Rosario Progresista y fue aprobada por unanimidad por el cuerpo local.
El proyecto propone que en Rosario, y aquellas localidades que se considere necesario, se instale el modelo de Aislamiento Selectivo, Planificado e Intermitente (ASPI), elaborado por un equipo de científicos del Conicet.
La iniciativa apunta a que se establezca de forma clara y con antelación los momentos de cierre y apertura, a fin de controlar la curva de contagios de Covid-19, evitar una eventual saturación del sistema de salud y reducir el impacto que los cierres tienen en los sectores productivos.
La concejala Rueda explico que el modelo aplicado hasta el momento, si bien ha evitado un colapso del sistema sanitario, ha introducido incertidumbre en la ciudadanía y muchos rubros de la economía que se ven afectados con los cierres intempestivos.
“Este esquema de intermitencia implica el diseño de una estrategia a partir de períodos de cierre y otros de apertura de actividades, debidamente planificados y comunicados con antelación, con el objetivo de controlar el desarrollo de los contagios y frenar el aumento exponencial de casos y fallecimientos. De esta manera, no se plantean avances ni retrocesos, sino que se pretende establecer una estrategia planificada, con objetivos ciertos, predecibles y con un calendario de aperturas y restricciones”, señaló la edila local.
El proyecto contempla, además, que desde el gobierno provincial se convoque a un consejo de expertos para diseñar el cronograma de cierres selectivos, planificados e intermitentes, y que esto se realice con el consenso de los sectores involucrados, teniendo en cuenta que cuando no hay acuerdo ni claridad en la información de las medidas a tomar, esto impacta en la adhesión a las disposiciones estatales.
El ASPI, además de estar siendo evaluado como una estrategia a implementar por parte de los gobiernos nacionales y provinciales, para enfrentar sobre todo los meses de invierno ante la segunda ola, ha formado parte de las demandas de sectores como los médicos y médicas que integran la Asamblea de Trabajadores por la Salud Colectiva.