Cómo los “Precios Cuidados” siguen transformándose a pesar de pocos resultados

Por Joaquín Tell

La Argentina se enfrenta a la crisis inflacionaria más importante de las últimas décadas, con un gobierno que parece cada vez más frágil, y un panorama internacional que no favorece al ya golpeado mercado nacional.

Según estimaciones no oficiales, la inflación incluso podría superar el 100% entre diciembre y el segundo trimestre del 2023.

Si bien el gobierno ha desarrollado múltiples estrategias para contener la inflación, su “bandera” ante la opinión pública sigue siendo el programa de Precios Cuidados, y, a pesar de que los resultados parecen esquivos, el programa seguiría mutando para atender las problemáticas económicas que surgen con cada vez mayor frecuencia.

Minoristas y mayoristas por igual

Una de las transformaciones más recientes, anunciadas a inicios de septiembre, es que el programa comenzará a abarcar los precios mayoristas, ampliándose así a toda la cadena comercial.

El anuncio, realizado por el secretario de Comercio, Matías Tombolini, también tuvo como objetivo recalcar que el principal objetivo de la medida es evitar “abusos”.

Para el secretario, la nueva faceta del programa (que no cuenta con una fecha de lanzamiento) mantendría un control total sobre el precio de los productos, desde que salen de la fábrica hasta que llegan al consumidor final.

Para esto, habrían convocado reuniones con los representantes del sector.

No es la primera vez que el programa de Precios Cuidados toma en cuenta el control sobre los mayoristas, ya que en abril se realizó una convocatoria infructuosa para que estas cadenas se sumaran a su cumplimiento.

Congelación de precios y reevaluación

Adicionalmente, el programa estaría impulsando la congelación total de los precios por períodos de hasta un mes. El caso más reciente de esto fue el del programa “Cortes Cuidados”, que mantendrá los precios de agosto hasta finales de septiembre, incluyendo cortes como el asado de tira, tapa de asado, vacío, nalga, matambre, paleta y falda.

Sin embargo, este congelamiento no sería suficiente según la declaración de Tombolini, ya que es necesario permitir que los precios aumenten, solo que a un ritmo menor que la inflación. Este sería el motivo por el que se están impulsando seguimientos periódicos al programa para evitar un congelamiento demasiado extenso.

Aún así, la supuesta flexibilidad del programa no es la ideal, ya que buena parte de los empresarios han vociferado sus preocupaciones acerca de las dificultades al momento de mantener la producción en un contexto inflacionario donde se imponen (por acuerdo o no) controles de precio.

Iniciativas privadas entre las más populares

Por su parte, las iniciativas privadas siguen siendo las más demandadas por la población, ya que son las que se publican con mayor frecuencia y que mantienen un mayor abastecimiento. En su mayoría, estas se presentan como campañas de ofertas o de beneficios al consumo, otorgadas durante temporadas especiales o para clientes recurrentes.

Entre los programas de fidelidad más populares se encontrarían los de entidades como Banco Provincia, Mercado Pago y OpenBank.

A la par del control de precios gubernamental, algunas empresas también han impulsado campañas de congelación de precios, como pudo verse un par de veces con los “Precios Corajudos” de Carrefour. Al estudiar las ofertas de hoy en Carrefour, encontramos que cuentan con un catálogo de 1.500 productos cuyos precios han sido congelados por 3 meses.

De acuerdo al tamaño de cada cadena, estos descuentos no solo se dan a conocer al entrar a los establecimientos, sino también a través de importantes campañas digitales y festividades de consumo distribuidos a lo largo de todo el año.

Todas estas estrategias privadas, al igual que los programas gubernamentales diseñados para abaratar el consumo, no son más que un parche que no genera beneficio a largo plazo.



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