Impulso

Está historia que comenzó hace ya más de un mes, cuando un grupo de equipos comenzó con una movida con respecto a los descensos que fue creciendo y derivó en uno de los primeros grandes choques en Superliga sobre dos grupos bien diferenciados, los “grandes” que buscan recortar la cantidad de equipos para poder dividir más dinero y el denominado “G9” con equipos complicados con el descenso que intentan reducir la cantidad y que se respete el “fair play” financiero.

Primero fue la idea de dejar sin efecto por una temporada los descensos y revertir hacia delante la forma, anulando los promedios y volver a la vieja forma que los últimos de la temporada perdían la categoría, pero no prosperó. Se intentó posteriormente reducir de cuatro a dos el número de equipos que bajen de categoría pero tampoco tomó fuerza. Después llegó el proyecto de que dos descensos sean por promedios y dos por tabla de posiciones, que tampoco llegó a cristalizarse.

Hasta que la semana, ya cansados de los continuos rechazos, el grupo de doce equipos se plantó ante los grandes y decidió no darle quórum a la reunión que iba a aprobar el nuevo reglamento de la Superliga con el que se debía comenzar el torneo, además, observaron que San Lorenzo, club que los iba a apoyar, cambio su postura después del “perdón” que recibió junto a Huracán cuando dejaron en suspenso los seis puntos quitados por infligir las reglas financieras del torneo.

Cuando parecía que comenzaba un enfrentamiento importante volvió a la Argentina un actor que aparentemente será determinante en la historia, Daniel Angelici. El presidente de Boca Juniors, muy cercano al gobierno nacional y el hombre con más poder en AFA, se juntó con los referentes del grupo de “disidentes” y acordaron una salida para que todos terminen contentos, reducir de cuatro a tres la cantidad de descensos hasta 2023.

Esta decisión que se terminaría de confirmar el próximo miércoles en la reunión de Superliga, dejaría a todos contentos, para un grupo se reducirá la cantidad de descensos y el otro vería posible bajar la cantidad de miembros para el 2023 a 20 participantes como querían. El lunes y martes continuarán las reuniones para darle forma y un punto final al tema, que pasará inmediatamente a AFA, pero que ya tendría el aval de Chiqui Tapia para que se apruebe. El miércoles puede ser el día en que tanto Newell’s como Rosario Central respiren un poco más aliviados en su lucha por mantener la categoría.