Ejecutivos, sexo y algo de protocolo

Por Impulso

Reflexiones y consejos del profesor Adrián Pavía acerca de las consecuencias de los romances de oficina

Si bien la sociedad evoluciona y por suerte en algunos aspectos muy favorablemente, creo que el “sexo” podría situarse como una de las cuestiones sociales de mayor desarrollo.

Pero tanto ha sido su evolución que se perdieron códigos y reglas sociales que indicaron siempre la etiqueta y el buen comportamiento social.

Coincido con todos los que expresan que ésta es una era maravillosa, porque las mujeres ya no mas tienen que sentarse pasivamente a tejer, a la espera de que suene el teléfono o a la llegada del gran amor. Hoy una mujer levanta el teléfono y sin rodeos te invita a salir, fácil actividad para las jóvenes, detestable para las mayores. ¡Eso se llama evolución!, pero el problema radica en que no se miden las consecuencias, porque no importa si es alto, bajo, casado o soltero, se lanzan y después no saben como salirse de los líos en los que se metieron. Lamentablemente tanta evolución las perjudica.

Cada uno sabe como actúa en relación a tan complicado tema pero es necesario saber cómo comportarse con respecto a estas cuestiones a nivel laboral, ya que lamentablemente las confusiones sexuales vienen porque no se guarda un correcto comportamiento social.

Placeres y escollos del romance de oficina

Para muchos de aquellos que trabajan todo el día y están dedicados a sus carreras, sé que las oportunidades de conocer gente son reducidas. El hecho de trabajar y compartir muchas horas diariamente con alguien en la oficina, hace de la misma un terreno fértil para que florezca cualquier tipo de situación amorosa o netamente sexual.

Mi experiencia me ha hecho testigo de un montón de situaciones de las cuales deduzco lo siguiente:

  • Todos los romances de oficina que terminan en matrimonio, tarde o temprano sufren la consecuencia de que alguno de los dos es removido de su puesto a otro sector y en algunas multinacionales hasta solicitan amablemente que alguno de los dos encuentre un nuevo trabajo fuera de la empresa. Para tenerlo en cuenta, ¿no? La etiqueta indica que no debemos involucrarnos más que por cuestiones de trabajo.
  • Los romances de oficina entre un gerente casado y una joven secretaria en raras excepciones terminan exitosamente. O acaso ninguna voluptuosa señorita, no noto aún que tarde o temprano son explotadas, denigradas, humilladas y hasta despedidas. Lamentablemente no dejan de ser un juego para un casado gerente. ¡Cuidado! Todo está tan desvirtuado que también he escuchado como muchos varones fueron víctimas de una femenina gerente. Por lo tanto, apuestos ejecutivos y voluptuosas secretarias eviten mostrar diariamente los dotes que la naturaleza les ha brindado, no es ético andar seduciendo sugerentemente por los pasillos.
  • He notado también que al vivir en una sociedad machista, “ella” es la que lamentablemente siempre pierde. Siempre es el hombre el que conserva su puesto y reputación. Para la vista de todos siempre es la mujer la que insinuó y generó toda la situación y por ende quien recibe la peor parte.

De estas situaciones deduzco que se debe pensar más antes de caer en el deseo desenfrenado. ¿Qué significa más? Un affair romántico y a posteriori una doble desilusión (¡despido y soledad!) o ¿éxito por méritos en la propia carrera?

Creo que es una tragedia irremediable caer en las redes sexuales de un astuto ydiligente ejecutivo quien será el primero en comentar todas las indiscreciones del caso.

Para no entrar en confusiones lo mejor es mantener, no solo la presencia, sin provocar al otro con escotes o sugerentes minifaldas, que sería lo más desagradable del caso, sino también cuidar el lenguaje.

El lenguaje “sexista” como yo lo defino, hay que obviarlo. Típicas palabras como mi amor, bombón, BB, dulce, son parte de un vocabulario que es despectivo, abusivo y ridículo. Muchas veces se intenta ser amable con palabras que confunden. La etiqueta indica que sin importar quien las pronuncia, hay que ser firmes y explicarle a quien las dice que es de preferencia personal que nos llamen por nuestro nombre de pila, observarán que ese será el primer freno ante las malas interpretaciones, también demostrará un firme y seguro carácter.

Cuando el sexo puede crear problemas para una mujer que viaja sola por negocios

Todas las reuniones empresariales tarde o temprano terminan con una situación distendida en un banquete o un cocktail y las mujeres suelen ser presa fácil para muchos, ya que los altos ejecutivos saben que están solas y lejos de casa, y eso les hace creer que tienen derechos. Creo que todo lo contrario.

Las mujeres son expertas en darse cuenta en qué momento la situación se transforma en una cuestión física. El mínimo aliento a alcohol conjugado con alguna insinuación física, es el mejor momento para usar el sentido del humor. Las reglas de etiqueta indican que una frase cómica y descontracturada pondrá en evidencia la estupidez del que acecha. Les aseguro que es la mejor herramienta para evadir una situación con un jefe no deseado…

Si el buen humor no alcanzara, es necesario, sin decir palabra alguna, abandonar el lugar y a la mañana siguiente poner alguna buena excusa por la cual se ausentó, será suficiente para educar a cualquier maníaco equivocado.

Todos somos culpables de las cuestiones sexuales que nos suceden, no hay un solo responsable. Los buenos modales indican que será mejor pasar por poco avispado y conservar un buen trabajo antesque utilizar las cuestiones sexuales dentro de la oficina, que tarde o temprano terminarán mal. Evite ser la diversión de alguien, ya que los comentarios serán dolorosos y seguro no los resistirá.

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