Un paisaje industrial de Fray Bentos, en Uruguay, incluido en la *Lista de Patrimonio Mundial de la Unesco*

Por Impulso

Luego de Colonia del Sacramento, en 1995, ahora es el Paisaje Industrial Fray Bentos el segundo sitio del país sudamericano incluido en la lista

Este fin de semana, el Comité del Patrimonio Mundial de la Unesco, reunido en la ciudad de Bonn en Alemania, definió el ingreso del denominado “Paisaje Industrial Fray Bentos” en la Lista de Patrimonio Mundial, más conocido como “patrimonio de la humanidad”. Se trata de un predio de 275 hectáreas que incluyen la arquitectura del frigorífico Liebig’s-Anglo, sus instalaciones industriales, los muelles sobre el Río Uruguay, el matadero, las áreas dedicadas al pastoreo, las residencias de jefes y obreros y sus lugares de esparcimiento.

Luego de un amplio proceso de consultas, el gobierno uruguayo incluyó en 2009 el Paisaje Cultural Industrial Fray Bentos en la Lista Tentativa de Bienes Culturales a ser postulados como Sitios del Patrimonio Mundial. En 2011, los miembros del Grupo de Países Latinoamericanos y del Caribe (Grulac) ante la Unesco lo seleccionaron como uno de los dos proyectos de la región.

El Consejo Internacional de Monumentos y Sitios (Icomos), organismo consultivo de la Unesco, recomendó inscribir a este espacio en la lista.

El director de la Comisión de Patrimonio (perteneciente al Ministerio de Educación y Cultura), Nelson Inda, dialogó con la Secretaría de Comunicación sobre el significado de esta distinción internacional.

“Para Uruguay, como Estado parte de Unesco, es algo muy importante. Un monumento histórico, como este frigorífico, pasa a ser un lugar extraordinario para la comunidad internacional. De ahora en adelante compartiremos el paisaje cultural del frigorífico Anglo con todos los gestores de patrimonio”, sostuvo.

Inda recordó que el frigorífico Liebig’s (luego Anglo) se conformó en el siglo XIX a los efectos de realizar el extracto de carne, que inventó el ingeniero Liebig en Europa. Este extracto servía para alimentar a la mayor cantidad de población del planeta. Se consideraba un espacio ideal, porque allí se daban las condiciones para tener un gran rodeo, un puerto accesible y la posibilidad de montar un emprendimiento industrial que le daría alimento al mundo entero; primero el extracto de carne y luego el corned beef, producto con alta cantidad de proteínas que consumía el ejército aliado en la Primera Guerra Mundial.

El funcionario explicó que lo que se incorpora a la Lista de Patrimonio Mundial es mucho más que el frigorífico en sí mismo, es “un conglomerado socio-cultural-geográfico”. “No se reconoce solo un emprendimiento que daba alimento a la población mundial, sino también la construcción de un emprendimiento industrial a fines del siglo XIX y principios del XX”, agregó.

Dijo que, si bien ya existe interés turístico por el lugar, seguramente se incremente sensiblemente con este reconocimiento internacional. En este sentido, informó que desde 2008 funciona una Comisión de Gestión del Anglo que logró tener un museo de la industria y mantener gran parte de los espacios industriales y residenciales.

Además del museo, se incorporó en el predio un local del Laboratorio Tecnológico del Uruguay (LATU) y otro de la Universidad Tecnológica (UTEC). “Esto implica una aceptación por parte de la sociedad, lo que es muy valorado por el Comité de Patrimonio Mundial en el sentido que, no son predios o locales abandonados, sino espacios que hoy tienen un nuevo rol, una nueva valorización, que es lo que se pretende con las obras de patrimonio. Estas obras no se definen como bienes patrimoniales para que se mantengan exactamente como eran, sino para que cada sociedad pueda darle el valor cultural, y proyectarlo hacia el futuro”, indicó el titular de la Comisión de Patrimonio, quien recordó que “estos bienes se los debemos donar a las generaciones que vienen”.

Imágenes: Cortesía sorianoturismo.com



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