Impulso

Santiago Pucheta, responsable del área control de pérdidas de la Empresa Provincial de la Energía (EPE), brindó un balance de lo actuado durante el último año. En el mismo, se detectó un alto porcentaje de usuarios enganchados: “Hicimos 115 mil inspecciones y pudimos regularizar la situación de 16 mil clientes”, señaló.

El funcionario, en diálogo con RedBoing, amplió: “Encontramos de todo, había derivaciones de medidores y adulteraciones con diferentes modalidades: desde cosas más burdas como un cable extra que ingresaba al domicilio, hasta obras de ingeniería que alteraban las mediciones con un porcentaje de desvío de la energía que no tomaba nuestro medidor“.

Luego, Pucheta reveló un dato sorpresivo: parte de los que se habían colgado al servicio de la EPE eran titulares de comercios gastronómicos, en Rosario y Santa Fe. “En la capital de la provincia, detectamos usuarios conectados en el barrio Candioti. Y entre los rosarinos, en la zona de Pichincha. No es fácil hacer ahí las inspecciones, porque en horas de trabajo están los comensales, pero pudimos hacerlo y encontramos un porcentaje alto de infracciones”.

Respecto a lo que se había propuesto la EPE al comenzar el año de trabajo, el funcionario dijo haber superado las expectativas: “Nos habíamos propuesto hacer 100 mil inspecciones y llegamos a 115 mil. Inclusive, la cantidad de energía recuperada fue más que la que pensábamos alcanzar, porque fueron más de 100 gigas. En recaudación, hablamos de unos 2.250 millones de pesos”.

Finalmente, Pucheta describió los pasos que se dan al encontrar una irregularidad: “En algunos casos, por el tipo de conexión que había, también existía riesgo de vida para los usuarios. Cuando hacemos la inspección, si encontramos la irregularidad se procede a normalizar el suministro. Si no hay condiciones de seguridad acordes por el tipo de artilugio usado, se deja sin energía al infractor para que se hagan las modificaciones correspondientes”