La distancia madre de las carreras de running implica un esfuerzo en todo sentido. La preparación táctica, técnica y psicológica se vuelve fundamental. A continuación, todo lo necesario para afrontar un evento de estas características.
El domingo 23 de junio se realizará la 18° edición de la Maratón Internacional de la Bandera. El auge del running hace que cada vez más aficionados visualicen el objetivo de realizar 42k, la distancia madre de esta disciplina.
Sin embargo, el desafío atraviesa todos los aspectos de las personas, por lo cual resulta fundamental una correcta y metódica preparación, tanto física como mental. En diálogo con Impulso, el Licenciado en Educación Física y entrenador Lisandro Ruffo manifestó: “Es posible que cualquier persona se prepare para correr 42k, pero depende de su historia deportiva, hábitos, estilo de vida, analizar su estado físico actual y realizar una proyección para ver cuánto tiempo necesitaría para estar listo“.
Ante ello, agregó que no todas las personas se adaptan de la misma manera a los estímulos de entrenamiento. Sobre ello, la psicóloga especializada en deportes María Sol Fernández (Mat. 5366), expresó: “Estamos viendo actualmente que gente que corre hace relativamente poco, está asumiendo este desafío muy rápidamente“. En tal sentido, la profesional destacó que las sensaciones que “se ponen en juego“, tales como presión, tensión y ansiedad, deben ser identificadas y registradas para potenciar las que ayuden al corredor a mejorar su rendimiento a lo largo de toda la preparación y, para ello, requieren de un riguroso proceso de asimilación.
Asimismo, Fernández aseguró que resulta indispensable trabajar con la autoconfianza. Se trata de una aptitud psicológica necesaria, y debe hacerse presente en este tipo de desafíos, ya que determina muchos aspectos en torno al rendimiento y autoeficacia. Por otra parte, la ansiedad también estará presente en todo el proceso, por lo que el corredor debe trabajar para que aparezca en su costado más positivo. Así, cumplirá el rol de facilitadora, activadora y motivadora.
En cuanto al entrenamiento físico, Ruffo indicó que se requiere de una “muy buena preparación de la Endurance, en zonas metabólicas específicas, acompañado de un buen entrenamiento de la fuerza, tanto como elemento preventivo y de rendimiento“.
ROMPER EL MURO. En el mundo del running y ante el desafío de los 42k, se popularizó la frase “romper el muro” que hace referencia a, dentro de la preparación, realizar un fondo de 30k para evaluar posibles desfallecimientos o falta brusca de energía. Sobre el mismo, Ruffo mencionó: “Debe disputarse porque uno no sólo entrena el timming y pacing, sino también la estrategia de nutrición intra carrera que ayudará a superar ese famoso muro”. Y agregó: “El muro se da por un vaciamiento parcial de las reservas de glucógeno muscular, disminución de la glucemia, haciendo que las personas tengan la sensación de chocar contra él“.
Para Fernández, añadir el factor emocional se torna fundamental. “El corredor tiene que entender que debe sostener la resistencia a lo largo de una cierta cantidad de kilómetros, y, el número 30, implica una gran carga cognitiva“, sentenció. Generalmente, los corredores de resistencia no realizan fondos con tanto kilometraje. En tal sentido, sostuvo: “Es una instancia que determina cierto contexto, aparecen miedos, ansiedad, algunas vicisitudes en relación a no saber si podrá o si estará preparado. Incluso, muchas veces aparecen lesiones que están vinculadas no sólo a la carga muscular sino a lo emocional“.
ENTRENAMIENTO COMPLETO. Los recursos con los que el corredor debe contar, remiten a un entrenamiento tanto visible como invisible. Sobre ello, la psicóloga deportiva expuso: “El entrenamiento visible es toda la parte física, táctica, técnica de la carrera, preparación física en el gimnasio, chequeos y controles médicos y nutricionales. En cuanto a lo invisible, es importante el entrenamiento emocional y mental“.
En relación al entrenamiento emocional, la profesional sostuvo que las emociones determinan lo anímico en el atleta y es imprescindible entrenar el fortalecimiento yoico para afrontar esas instancias. “Es tan entrenable como los otros aspectos, y debe ser entrenado en conjunto con los mismos. Esto tiene que ser trabajado en cada sesión de entrenamiento y en cada actividad de fin de semana“, indicó.
Para culminar, ambos coincidieron en que la preparación para una desafío de estas características, requiere del contacto con profesionales idóneos. “Yo recomiendo que las personas busquen a un profesional con título y experiencia en el tema, porque es un objetivo ambicioso y deben controlarse muchos factores“, expresó Ruffo. Al respecto, Fernández destacó: “Quienes estén a cargo de la enseñanza y transmisión, deben poder concientizar a los alumnos o personas que llegan, que el deporte requiere de un trabajo y una responsabilidad. No basta sólo con ganas y entusiasmo, sino que muchas cosas deben darse para afrontar ciertas instancias como estas, que son de alto rendimiento“.