Argentina arrasó a Francia 80-66 y jugará ante España el domingo su tercera final de un Mundial de básquet en China.
Con un Luis Scola brillante, la conducción de Campazzo y una sólida defensa la selección de Sergio Hernández volvió a ganar, están invictos y disputarán la final el próximo domingo a las 9 de la mañana hora argentina.
Con la presencia del gran Emanuel Ginóbili en las tribunas, Argentina lució con un juego perfecto y Luis Scola dijo que “este equipo tiene cosas de la otra generación” y “muchos no me creían” luego de fundirse en un gran y emotivo abrazo con Manu que viajó exclusivamente para el encuentro.
“Este equipo no solo gana sino que juega bien, hoy no le dimos chance a Francia” dijo Hernández antes de reconocer que “es el mejor equipo de mi vida”.
El planteo del entrenador fue llevado a la perfección por los jugadores, que limitaron el juego interior de los franceses y permitieron muy pocos puntos en contra dentro de la pintura.
Del otro lado, rozó la perfección la tarea del capitán Luis Scola, que con 39 años fue el goleador del partido, gracias a sus 28 tantos y un par de rebotes clave, 3 de 4 en triples para ser el MVP indiscutido de la semifinal.
La tarea del cordobés Facundo Campazzo (12) y el santiagueño Gabriel Deck (13) también se lució dentro de un contexto donde no hubo puntos bajos, sino un nivel colectivo que es el espíritu de este equipo.
En la final del Mundial estará España, que más temprano y tras dos suplementarios, superó a Australia por 95-88.
Argentina ganó como anfitrión el primer Mundial de la historia en 1950 y, luego, en Indianápolis 2002 fue superada en la final por Yugoslavia. La otra oportunidad que la albiceleste llegó a semifinales había sido en Japón 2006, cuando España lo eliminó y Estados Unidos lo privó de llegar al bronce.