Luego que se supiera que la artista colombiana contrató a un detective privado para que siguiera los pasos de su marido, se supo cómo eran los “trucos” que llevaba a cabo el defensor del Barcelona para serle infiel sin ser descubierto.
La bomba mediática que significó la ruptura entre Shakira y Piqué continúa dando de qué hablar. Luego que se supiera que la artista colombiana contrató a un detective privado para que siguiera los pasos de su marido, se supo cómo eran los “trucos” que llevaba a cabo el defensor del Barcelona para serle infiel sin ser descubierto.
El programa español Socialité indicó que el reducto preferido por el futbolista es un bar llamado La Traviesa, donde trabajaría su amante. Uno de los acompañantes en sus excursiones sería Riqui Puig, compañero suyo en el plantel culé.
De ese modo, Piqué arribaba al local en taxis, para que los paparazzis no reconocieran sus vehículos. Asimismo, ingresaba por una puerta lateral por la que había poco movimiento mientras que su pareja lo hacía por la principal.
El detective descubrió también que en el interior del bar disponía de un salón “reservado”, rodeado de cortinas rojas, al que sólo él definía quién entraba y quién no. Se trataría de una modalidad que Gerard empleaba con antelación. La influencer Luciana Guschmer planteó que el zaguero solía participar en fiestas con modelos junto a otros futbolistas, también con acceso restringido. Y en las mismas había una regla irrompible: no podía haber teléfonos móviles.
“Sobre las fiestas de Piqué, a ver… Yo llevo 12 años siguiéndolo, y es muy conocido en Barcelona, las fiestas que hace… Pero me recalcan que últimamente está desfasado, gastando muchísimo de fiesta con su compañero Riqui Puig”, aseguró el paparazzi Jordi Martín en el mismo programa.