La Selección argentina de vóley femenino marcó un hito y se consagró campeona de la Copa América tras derrotar a Brasil por 3 a 1, por lo que se quedó con ese primer título continental de la historia.
En suelo brasileño, las Panteras se coronaron tras vencer por 25-17, 25-17, 21-25 y 25-15. Así sellaron una semana en la que le habían ganado a Perú, Chile y Venezuela sin perder sets.
El partido tuvo a la opuesta Bianca Cugno como la gran protagonista. La joven consiguió 29 puntos para la Albiceleste y fue la máxima goleadora del partido, además de ser elegida como la mejor jugadora del torneo.
El conjunto argentino cerró así una brillante participación en la primera Copa América de la historia. Ganó todos sus partidos y perdió un único set, justamente frente al equipo brasileño, para quedarse con el título y subir al puesto 16° en el Ranking Mundial de la Federación Internacional de Voleyball (FIVB).
En un primer set de comienzo parejo, las locales -que jugaron con la Sub 23 porque la selección mayor está disputando la Liga de Naciones- llegó a ponerse en ventaja por 6-3, aunque las Panteras igualon rápidamente y tras el 12-12 se quedaron con 11 de los 14 puntos siguientes, para cerrar un 25-17 inicial.
El segundo parcial mantuvo la paridad, aunque fueron pocos los momentos en los que las argentinas no estuvieron por delante. El mejor momento llegó desde un resultado favorable de 10-8, con seis de los siguientes siete tantos conseguidos por el representativo nacional. Luego de un saque de Cugno que no pudo ser devuelto, fue otra vez 25-17 para el 2 a 0.
El tercero se lo terminaron quedando las brasileñas, tras una igualdad hasta el 20-20, donde pudieron empezar a alejarse en el marcador, cerrando el único parcial que consiguieron en el partido por 25-21, mediante un bloqueo de la receptora Stephany Morete.
Ya en el cuarto se definió la contienda: pese a que la Verdeamarela llegó a estar en ventaja tras la disputa de 19 puntos, las finalmente campeonas pudieron volver a imponerse por 23-15 y cerraron el partido con dos ataques consecutivos de Bianca Bertolino, para quedarse con el trofeo.