El Supremo Tribunal Federal (STF), la máxima corte de Brasil, decidió implícitamente la liberación del ex presidente Luiz Inácio Lula da Silva, preso desde hace más de un año y medio, al cambiar la jurisprudencia sobre las condiciones jurídicas de detención.
De ese modo, el STF le asestó un duro golpe a la operación Lava Jato, denunciada por abusos e ilegalidades en la prisión del líder opositor y fundador del Partido de los Trabajadores (PT).
REGRESAR A LA CONSTITUCIÓN
En un final con alta tensión política, la corte definió por seis a cinco regresar a la Constitución y establecer que un condenado debe ir preso una vez agotadas todas las instancias de apelación y no como se hacía desde 2016, por pedido y presión del ex juez Sérgio Moro, actual ministro de Justicia del presidente Jair Bolsonaro.
La liberación de Lula, preso desde el 7 de abril de 2018, es la mayor derrota de Lava Jato e incorpora una pieza política de alto voltaje al escenario dominado por Bolsonaro y sus aliados.
El voto de definición fue hecho por el presidente del tribunal, Antonio Dias Toffoli, quien llegó a ese cargo precisamente por indicación de Lula, y acompañó a los otros jueces Gilmar Mendes, Rosa Weber, Ricardo Lewandowski, Marco Aurelio Mello y Celso de Mello.
La decisión tiene potencial para beneficiar a 4.897 presos, además de Lula, que lo están con sentencias de segunda instancia.
Varias fuentes del mundo jurídico brasileño afirmaron que se impusieron los garantistas por sobre los punitivistas.
Fuente: Télam