El mejor entrenador argentino de todos los tiempos anunció que deja la actividad.
Cuando Catia Pedrini, presidenta del club Módena de Italia anunció que el entrenador de su equipo se retiraba, el mundo del deporte argentino tembló, claro, era nada más y nada menos que el enorme Julio Velasco, uno de los mejores entrenadores de la historia juntando todas las disciplinas. De esos técnicos que van más allá de perfeccionar un saque o un bloqueo o tal vez una recepción, Velasco se transformó en un maestro, de esos que no abundan en el deporte nacional.
“Velasco fue, es y siempre será un símbolo de nuestra sociedad y de nuestra ciudad. En nombre de todos en Modena Volley, tenemos la intención de agradecerle por lo que hizo como hombre y como entrenador cada vez que fue llamado para representarnos” parte de las palabras que la presidenta del club italiano ofreció en su despedida.
El hombre nacido en La Plata, finalizó una carrera extraordinaria de 41 años en la que ganó mundiales, campeonatos de Europa, ligas mundiales, campeonatos Asiáticos y Juegos Panamericanos, entre los más importantes. Su carrera comenzó de la mejor manera, cuando en 1982 integró el cuerpo técnico del equipo que consiguiera la medalla de bronce en el mundial de voley, algo inalcanzable para la selección de nuestro país.
Ferro Carril Oeste fue su primer desafío pero su lugar en el mundo llegaría seis años después cuando desembarca en el Modena de Italia que hoy lo despide, allí ganó todo: 4 Ligas de Italia, 3 Copa Italia, 1 Copa de las Copas -actual Champions League- y 1 CEV Champions League.

Después, incursionó en el voley femenino italiano donde también ganó la Liga Mundial.
Pero su trabajo fue tan inmenso en Italia que traspasó la barrera del voley y Lazio le ofreció ser Director General en 1998 y 1999, el resultado: dos subcampeonatos de la Copa UEFA y la liga.
Pero ahí no se queda su paso por el fútbol más allá de sus comienzos como jugador de Estudiantes de la Plata, fue manager de Inter y el Milan de Berlusconi le ofreció que sea entrenador del primer equipo en el Calcio, pero no acepto.
En su currículum además figuran las selecciones de República Checa, España e Irán y algunos equipos europeos más, pero en el 2014 regresó a su país para volcar todo el aprendizaje ganado en el exterior para llevar a la selección Argentina a la medalla de oro en los Juegos Panamericanos de Toronto 2015 derrotando a Brasil.
En el 2018, después de una carta escrita con el corazón decide renunciar a la selección para volver a Modena, lugar donde estaba su familia, hoy, con 67 años dice adiós, aunque su legado quedará impregnado en cada uno de los jugadores a los que le tocó dirigir, porque fue más que un técnico de voley, fue también un maestro de la vida.
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