En Bariloche, el desarrollo hotelero no solo crece en metros cuadrados, sino también en compromiso. Así lo demuestra Argenway, empresa que desarrolló -y actualmente gerencia- Hampton by Hilton y lleva adelante Tru by Hilton, con una mirada orientada a generar un aporte concreto en el entramado social y ambiental de la ciudad.
En 2024, Hampton by Hilton obtuvo la certificación Plata del programa “Hoteles más Verdes”, convirtiéndose en uno de los pocos establecimientos de la ciudad con este reconocimiento a la gestión sustentable. En línea con este reconocimiento, la experiencia de entrenamiento laboral de Laila en el equipo de cocina del hotel reflejó cómo la inclusión también puede ser parte del ADN de un desarrollo turístico.
Otro ejemplo surgió en las primeras etapas de desarrollo de Tru by Hilton. Durante la demolición del inmueble que ocupaba el terreno, se detectaron materiales reutilizables que fueron donados a la Fundación San José Obrero para ser aprovechados en sus talleres de carpintería, herrería y construcción. Lejos de convertirse en residuos, esos recursos encontraron una segunda vida al servicio de la capacitación y el trabajo.
“El vínculo con San José Obrero comenzó con la donación de amenities, blanquería, electrodomésticos y uniformes, pero se profundizó con este gesto concreto de reutilización. Para nosotros, compartir este camino no solo reafirma nuestro compromiso con la sustentabilidad, sino que también nos inspira a seguir impulsando proyectos que dejen huella”, afirman desde la empresa.
Como parte del mismo proyecto, se avanzó en la creación de un nuevo espacio público dentro del predio: una plazoleta donde se exhibirá el mural “Trueque”, del artista Carlos Páez Vilaró, una obra histórica que fue rescatada del edificio del antiguo Correo Argentino. El mural será exhibido en un pórtico especialmente diseñado, protegido por blindex para su conservación y disfrute.
El espacio incluirá también un busto en homenaje al Dr. Juan Javier Neumeyer, médico pionero del Club Andino Bariloche, reforzando el vínculo entre los visitantes y la identidad barilochense.
Estas acciones forman parte de una manera de encarar el desarrollo en la que el rédito económico va de la mano con el compromiso con la ciudad. “Queremos que quienes participan en nuestras iniciativas sientan que están siendo parte de algo más grande que un negocio”, concluye Báñez.