El flujo de personas y sus actividades económicas siguen en alza en el Departamento Rosario

NUEVOS HÁBITOS DE CONSUMO Y LA INCIDENCIA DEL TELETRABAJO. Así lo demuestra un informe elaborado por la Fundación Banco Municipal, aunque señala que comienza a perder el impulso de las flexibilizaciones.

El Informe de Movilidad y Economía elaborado por la Fundación Banco Municipal, demuestra que durante noviembre, la movilidad de las personas en el Departamento Rosario -medida por los indicadores construidos en base a datos de teléfonos celulares recopilados por Google – creció respecto al mes anterior a un ritmo similar en todas las categorías analizadas (entre 2% y 4% mensual), manteniendo la expansión registrada desde junio, según lo indica el portal Rosario es más.

No obstante, vuelve a desinflarse como en octubre, marcando un contraste evidente con la recuperación post segunda ola de contagios.

Este comportamiento se aprecia principalmente en la categoría “Tiendas y Ocio”, cuyo indicador incluso parecería amesetarse en los últimos meses, lo cual sugiere que en ausencia de los efectos cuarentena la movilidad estaría alcanzando un nivel más estable y cercano al de la actividad económica, probablemente como consecuencia de la interrelación entre la capacidad propia de recuperación de la economía y cambios más perdurables en su funcionamiento. Por ahora los niveles en este sector no retornaron a los valores pre pandemia.

Por el contrario, la concurrencia a comercios que venden productos esenciales y a lugares de trabajo se ubica por encima del período base. Estas diferencias de niveles respecto a la pre pandemia ponen en evidencia que más allá de la recuperación del nivel de actividad económica, el shock negativo de la cuarentena permanece sobre algunos sectores.

El estudio observa que la movilidad es creciente desde junio pasado, aunque el indicador de la categoría “Tiendas y Ocio” muestra una visible desaceleración desde octubre.

Este último se expandió notoriamente en julio-septiembre (10% mensual promedio) pero luego desaceleró su tasa de crecimiento registrando en octubre y noviembre una expansión mensual de 4%, pese a que en este bimestre prácticamente no hubo restricciones horarias ni aforos que pesaran sobre los comercios.

Cambios en hábitos de consumo

Este contraste entre la ausencia de restricciones por COVID-19 y un menor ritmo de expansión de la circulación podría explicarse por cambios en los hábitos de consumo de las personas con la pandemia y un menor número de opciones a partir del cierre de negocios -grandes y pequeños- en este sector, pero también por el menor poder adquisitivo ante el ritmo de inflación alta y constante de los últimos meses.

Cabe destacar que en noviembre la concurrencia a tiendas, locales gastronómicos, de ocio y esparcimiento todavía resulta 10% inferior a la registrada en la primera semana de marzo de 2020.

La movilidad local en la categoría “Tiendas y Ocio” no se recuperó con la misma intensidad que en Argentina luego de la segunda ola de COVID-19, así como tampoco respondió con el mismo vigor ante la flexibilización plena de las actividades desde octubre.

La comparación del indicador de Rosario en esta categoría con el promedio nacional muestra que mientras en Rosario persiste una brecha negativa respecto al período base, a nivel nacional parecería haberse cerrado.

De ello se despende que los factores tanto coyunturales como estructurales antes mencionados que afectan a estas actividades del sector podrían tener un mayor peso a nivel local, sobre todo teniendo en cuenta que previo a la “segunda ola” la movilidad en ambas jurisdicciones respecto a la pre pandemia se mantenía en niveles similares desde octubre del año pasado.

La movilidad se acerca a la pre-pandemia

Por su parte el sostenimiento de la movilidad hacia comercios que venden productos esenciales y, principalmente, a los lugares de trabajo en Rosario por encima de los valores pre pandemia de la primera semana de marzo dan señales de que se han recuperado en parte algunos hábitos previos al confinamiento, como por ejemplo la vuelta a las oficinas.

Esto resulta más claro al poner en comparación las cifras locales con las correspondientes al promedio nacional y CABA, jurisdicciones que presentan distintos niveles de teletrabajo.

La concurrencia a lugares de empleos en Rosario muestra una mayor similitud con el promedio nacional que con CABA, reflejando en parte la diferente intensidad con la cual penetró el teletrabajo en las regiones del país.

Desde el comienzo de la cuarentena hasta la segunda ola de contagios la asistencia a lugares de trabajo se mantuvo a nivel local en valores más próximos a la pre pandemia que el promedio nacional y CABA.

¿Cuál es la incidencia del teletrabajo en la región?

Esto resulta compatible con los menores niveles de teletrabajo registrados en el Gran Rosario que se desprenden de EPH-INDEC. Sin embargo, luego de la segunda ola el indicador local de asistencia a los lugares de trabajo se solapa con el nacional, manteniéndose por encima del correspondiente a CABA.

A su vez, mientras los dos primeros superan los valores del período base y logran mantenerse por encima del nivel pre pandemia, el correspondiente a CABA se ubica actualmente a una distancia considerable.

Los motivos que influyen en la implementación de home office son diversos: tipo de tareas desarrolladas en el lugar de trabajo, composición de las actividades económicas en cada región, habilidades y capacidades de los trabajadores en el manejo de TIC e infraestructura de conectividad (como velocidad y calidad de Internet), entre otros.

Así, la similitud entre el indicador local y el promedio nacional por encima de los valores pre pandemia y la brecha respecto al indicador de CABA, sugieren que la incidencia del teletrabajo en la región tal vez sea menor a la esperada.

Fuente: Rosario es más