Impulso

Diego Maradona es así, por lo bueno o por lo malo. Por sus declaraciones explosivas o por su sola presencia genera la repercusión que tal vez no tienen otros técnicos más prestigiosos y con más historia.

Antes de su llegada su equipo había cosechado tres empates y tres derrotas en la segunda división del fútbol mexicano. Y, desde su llegada, ganó cuatro partidos sobre cinco disputados y se acomodó en el séptimo puesto por ahora clasificando al reducido que clasificará a un equipo a la primera división.

Ni siquiera la enfermedad que está golpeando el físico del mejor jugador de todos los tiempos lo puede parar. La artrosis que lo obligaron a usar un bastón para poder acercarse al banco de suplentes no lo frenan en el “bailecito” que hace con sus dirigidos en el vestuario después de cada victoria.

Récord de venta en marketing, sensación a nivel televisivo, importante concurrencia de gente en estadios despoblados habitualmente solo para verlo a él, al hombre que cambió la historia del fútbol argentino.

Por todo esto su abogado, Matías Morla habló de la posibilidad de “pegar el salto” y que recibió muchas ofertas no solamente del fútbol de primera división en México sino también de algunas selecciones.

Uno de los equipos interesados en Diego es el Xolos de Tijuana, que dirige Diego Cocca, otro argentino, pero que no le está yendo bien en resultados.

Maradona ya no tiene cartílagos en sus rodillas, ya casi no puede movilizarse, pero sigue logrando algo que no todos hacen, hacer sentir al mundo del fútbol que su imagen nunca se retiró.