Volver a las oficinas en la nueva normalidad, el desafío de las empresas

La crisis sanitaria transformó por completo la manera en la que se trabaja e impactó en la dinámica del mercado laboral a nivel mundial; aquí tips para organizar el espacio y la funcionalidad del empleo.

En el caso de las organizaciones, empresas o instituciones los mayores desafíos pasan por los protocolos de higiene y seguridad, la organización de turnos y burbujas, la provisión de elementos de seguridad, la logística de sus colaboradores y el establecimiento de esquemas graduales de regreso a la presencialidad.

Algunos cambios incorporados durante los períodos más críticos de cuarentena y aislamiento llegaron para quedarse, especialmente en lo que refiere a formatos y modelos de trabajo y a la salud y bienestar de los colaboradores.

Con el avance del proceso de vacunación y adaptados a esta nueva normalidad, las organizaciones comienzan a transitar el camino de regreso a las oficinas, buscando establecer esquemas híbridos de trabajo que permitan rescatar lo bueno del viejo modo de producción y organización del trabajo para combinarlos con los beneficios y factores positivos que se establecieron durante la experiencia de la crisis sanitaria.

Sobre esta realidad, Andrea Ávila, CEO de Randstad para Argentina y Uruguay, afirmó: “Hoy es momento de recuperar cierta normalidad, que desde ya tendrá nuevos componentes y donde las personas y su seguridad seguirán estando en primer lugar, pero que deberán contemplar esquemas de trabajo que nos re-vinculen con la socialización diaria que genera el trabajo, nos saquen del sedentarismo extremo que genera el encierro y nos ayuden a volver a una rutina laboral más sana, más humana, más social y más positiva para nuestro bienestar emocional”.

Estos son los desafíos que el equipo de especialistas en recursos humanos de Randstad identificó como los principales que deberán sortear las organizaciones y sus colaboradores para el regreso a los ámbitos laborales:

DESAFÍOS PARA LAS ORGANIZACIONES

Protocolos de higiene y salud

Las empresas deberán generar ambientes de trabajo seguros para la vuelta de los colaboradores a plantas y oficinas, adecuando las instalaciones e incorporando protocolos de higiene y seguridad que incluyan aforos que aseguren en todo momento el distanciamiento físico, mamparas, estaciones de sanitización en todos los espacios comunes y rutinas de ventilación, limpieza y desinfección rigurosas.

Turnos flexibles y burbujas

Los aforos máximos de los espacios de trabajo y la necesidad de evitar la movilización en horas pico y el transporte público empujan la necesidad de reestructurar creativamente los esquemas horarios para garantizar la operación por grupos o burbujas.

Las aplicaciones y herramientas de gestión de turnos serán muy útiles para lograr la flexibilidad que necesitan los colaboradores, pero dentro de un marco de estructura que requiere la planificación y organización del trabajo por parte de las empresas.

Provisión de elementos de seguridad

De acuerdo al tipo de trabajo que realicen los colaboradores y sus requerimientos de seguridad ocupacional, las compañías deberán asegurar la provisión y correcto uso de equipos y elementos de protección personal durante la jornada laboral, así como capacitar, concientizar y controlar el cumplimiento del distanciamiento físico y otras pautas de cuidado dentro de los ámbitos laborales.

Garantizar el transporte

En aquellos lugares donde el transporte público aún se encuentre restringido, con prioridad para trabajadores esenciales o se opte por evitar los ámbitos de alta circulación del virus, las empresas deberán garantizar el transporte de sus colaboradores o acordar beneficios como los vales de parking y combustible para aquellos que se desplacen con sus propios vehículos, brindar facilidades para la adquisición de bicicletas, favorecer el carpooling y otras opciones de movilidad.

Esquemas de regreso graduales

Más allá de los esquemas de trabajo que se planifiquen para el futuro, ya sean full presenciales, totalmente remotos o en alguna de las múltiples variantes híbridas, la instancia del regreso luego del largo año y medio de home office requiere un abordaje flexible y gradual que permita a los colaboradores prepararse, ajustar sus rutinas y sus responsabilidades familiares y también mentalizarse para poder salir de la inercia y adaptarse a esquemas de mayor presencialidad y vinculación con colegas.