Apenas pasaron doce días de aquel 6 de octubre que la Llama Olímpica dió comienzo a los Juegos de la Juventud en Buenos Aires, con un show espectacular. Y nadie hubiera imaginado el éxito en lo deportivo, de infraestructura, de repercusión por parte del público. El acompañamiento de los argentinos fue determinante. Tanto fue así que el presidente del COI Thomas Bach le abrió la puerta a la posibilidad de que Argentina organice los Juegos Olímpicos en el año 2032.
Desde lo deportivo, la delegación nacional logró algo histórico: quedar sextos en el medallero, con 26 medallas, 11 de oro, 6 de plata y 9 de bronce.
La ceremonia de clausura tuvo a María Sol Ordas como abanderada, al ser la primera deportista nacional en conseguir la presea dorada. No faltaron malabaristas, una orquesta que tocó el himno nacional, y un documental que tuvo a los atletas como protagonistas.
Emoción, lágrimas, alegría y seguramente algo de tristeza por el cierre de este evento que mantuvo en vilo a los amantes del deportes y mostró a las promesas del deporte mundial.
Los próximos Juegos de la Juventud serán en Dakar 2022, claro que para muchos deportistas, Buenos Aires 2018 fue el punto de partida para el sueño Olímpico mayor llamado Tokyo 2020. Más allá de eso, Argentina se ilusiona con que después de lo vivido estos días, la verdadera medalla de oro llegue con la organización en 2032 y que, por primera vez, vivamos los Juegos Olímpicos mayores.