Entre la costa occidental de Alaska y el extremo noreste de Rusia, se encuentra el estrecho de Bering, que podría ser recorrido en sólo una hora, si existiera un túnel bajo el mar, que una ambos extremos.
La compañía Russian Railways (Ferrocarriles de Rusia) quiere llevar adelante ese proyecto, como parte de una iniciativa que permita ir de Nueva York a Londres, vía Canadá, Alaska, Rusia y el resto de Europa.
El plan se llama Trans-Eurasian Belt Development y fue presentado durante el pasado mes de marzo. La idea es comenzar con el proyecto en Alaska. Ya existen varias rutas que permitirían a cualquier viajero ir de Nueva York (o de cualquier otro lugar de Estados Unidos) a Canadá y desde allí hasta la ciudad de Nome, en Alaska.
Desde ahí, son cerca de 80 kilómetros de mar que separan Alaska con Rusia, y la construcción de un puente o túnel, permitiría el transporte terrestre, en este caso, vía tren.
La iniciativa fue mostrada ante la Academia Rusia de Ciencia y si bien la idea no logró demasiado respaldo, el principal obstáculo es el costo estimado en varios miles de millones de dólares, requiriendo además, la cooperación internacional para sortear obstáculos legales entre Rusia, Canadá, Europa y, principalmente, Estados Unidos.