Se van acortando los tiempos y aunque quede todavía alguna novela pendiente como la de Cristian Lema, sin dudas este Newell’s se va armando pensando en dar un salto de calidad y dejar de lado la exclusiva pelea por no descender que lo vio protagonista en el último tiempo.
La Lepra buscará establecer la identidad de juego que le imprimió su técnico pero con más kilómetros recorridos.
La llegada de Ignacio Scocco generó una expectativa superlativa para una ofensiva a la que le faltaba esa pieza, ese elemento desequilibrante y él es el hombre de confianza que tiene Newell’s en su historia inmediata que asegura calidad, experiencia y además el compadre perfecto para Maxi Rodríguez y Palacios, dos de los futbolistas de mejor rendimiento en los últimos campeonatos.
La continuidad de gran parte del plantel que mostró entereza para salir de una zona muy complicada y que ilusionó a más de uno con un equipo fuerte desde lo defensivo, con equilibrio en la mitad de cancha y una delantera que supo no desentonar, sin ser el punto más destacado.
A esto hay que agregar un cuerpo técnico que se instaló rápidamente en un club que necesitaba soluciones reales desde el banco de suplentes.
Claro que todo no es color de rosa, la probable salida de Cristian Lema, bastión determinante para la fortaleza defensiva, es una alarma que suena fuerte, aunque todavía se guarda la esperanza de una última carta ganadora para retenerlo. En caso de que el jugador del Benfica no pueda ser parte de la nueva etapa, tendrá Kudelka la apuesta del refuerzo: Manuel Guanini, de similares características del de Puerto Madryn, pero con paso irregular por el Gimnasia de Diego Armando y poca experiencia.
Otro de los puntos a subrayar es la cantidad de futbolistas por encima de los 30 años. Tales los casos de Santiago Gentiletti, Pablo Pérez, Maxi Rodríguez, Mauro Formica y el mencionado Nacho Scocco le dan la fisonomía a un equipo con muchísima experiencia pero dónde el DT deberá ensamblar ese importante currículum con la desfachatez de los jóvenes que empujan fuerte por un lugar como los juveniles y “seleccionados” Aníbal Moreno, Jerónimo Cacciabue o Juan Sforza.
De esta manera el campeonato local se aproxima, sin saber cómo y cuando se juega, un dato no menor pero que será un trampolín para el gran desafío que se viene el próximo año y que es el desvelo de hinchas, jugadores y dirigentes: la Copa Sudamericana. El reto internacional que le falta a los “Viejos Muchachos” Rojinegros y que saben que tienen después de mucho tiempo los intérpretes juntos dentro del campo de juego para confirmar el camino recorrido en búsqueda de la consolidación.