Miguel Lifschitz deja un legado en la historia de Rosario y Santa Fe

Ex gobernador de la provincia y ex intendente de la ciudad murió por coronavirus que lo mantuvo más de diez días conectado a un respirador.

El exgobernador de Santa Fe, Miguel Lifschitz, murió este domingo por la noche, a los 65 años, en Rosario afectado por un severo cuadro respiratorio derivado de coronavirus que lo mantuvo más de diez días conectado a un respirador, informaron allegados al dirigente.

Nacido y criado en Rosario, Lifschitz se recibió de ingeniero civil durante la última dictadura, en 1979, en la Facultad de Ciencias Exactas, Ingeniería y Agrimensura de la Universidad Nacional de Rosario (UNR).

Inició su militancia política algunos años antes en el Movimiento Nacional Reformista (MNR), brazo universitario del entonces Partido Socialista Popular (PSP), fundado en 1972, entre otros, por Guillermo Estévez Boero, formador de la mayoría de los dirigentes de esa fuerza política que luego ocuparon cargos institucionales en Santa Fe.

Inscripto por sus padres como Roberto Miguel, a Lifschitz todos lo llamaban por su segundo nombre.

Tuvo cuatro hijos con su primera esposa -de la que se divorció- y desde hace años estaba en pareja con Clara García, militante socialista que ocupaba un escaño en la Cámara Baja provincial por el Frente Progresista.

Tanto sus camaradas como sus eventuales adversarios políticos lo recordaban esta noche como un hombre de diálogo, cálido y comprometido con sus ideales políticos.

El ministro de Defensa, Agustín Rossi, rememoró en las redes sociales que lo conoció “militando contra la dictadura” y además subrayó que a pesar de ser adversarios políticos compartieron “sueños” mientras que las “disputas políticas” fueron “respetuosas y amigables”. “Enorme tristeza”, tuiteó el funcionario para referirse a Lifschitz.

Su compañero partidario y exgobernador, Bonfatti, manifestó su “profunda tristeza por el fallecimiento de nuestro querido compañero Miguel” y dijo que “su huella quedará para siempre en la historia de Rosario y Santa Fe, y en cada militante”.

PARTE DEL SOCIALISMO QUE CAMBIÓ ROSARIO

Lifschitz formó parte de la primera gestión socialista de la Intendencia de Rosario con Héctor Cavallero como jefe comunal (1989-1995), y luego integró el gabinete de Hermes Binner en el municipio rosarino (1995-1999 y 1999-2003), cuyas gestiones en materia de salud pública y descentralización administrativa sirvieron como trampolín del Partido Socialista (PS) a la Gobernación santafesina, en alianza con la UCR y otras fuerzas políticas.

Tras la segunda gestión de Binner en el municipio, Lifschitz despuntó como el candidato del PS para darle continuidad a ese proyecto político en Rosario.

En 2003 ganó por primera vez la Intendencia y repitió el triunfo cuatro años más tarde, en 2007, el mismo turno electoral en el que Binner fue elegido gobernador y se convirtió en el primer socialista en gestionar una provincia argentina.

En esos comicios de 2003 Lifschitz se impuso por una diferencia holgada (30%) a su viejo jefe político, Héctor “Tigre” Cavallero, que había enlazado su trayectoria política con el justicialismo.

EL ÚLTIMO GOBERNADOR SOCIALISTA

Tras dos gestiones socialistas en la gobernación santafesina, en 2015 le llegó el turno a Lifschitz, quien se había preparado para ese desafío, según sus propias palabras.

Los cuatro años anteriores ocupó una banda en la Cámara de Senadores de la provincia por el departamento Rosario, en representación del Frente Progresista Cívico y Social.

Como gobernador continuó las políticas públicas de sus antecesores Binner y Bonfatti, centradas en la regionalización provincial y la salud pública, e hizo hincapié en la obra pública, la pavimentación de rutas y el mejoramiento de caminos rurales.

En 2018 Lifschitz impulsó una reforma de la Constitución provincial, una de las pocas que no contempla la reelección del gobernador, pero sin apoyo opositor desistió de convocar a un plebiscito.

Fuente: Télam