La expectativa por la llegada de la selección al país es enorme y quedó evidenciada este martes, con millones de personas esperando el paso del micro con los jugadores por la avenida General Paz. En la previa, se hablaba de repetir en Rosario. Inclusive, algunos especularon con que podría haber un show de La Mosca en el Monumento a la Bandera. Pero el desborde de pasión que hubo en Buenos Aires obligó a suspender los preparativos para nuestra ciudad.
Así, la caravana en las calles porteñas se debió interrumpir para que los jugadores vayan de regreso al predio de Ezeiza en helicópteros, poco después de las cuatro de la tarde. Poco después, Messi y Di María volaron a Rosario y al llegar al aeropuerto de Fisherton fueron directo a sus casas para estar con sus familias. Además, viajó con ellos Paulo Dybala.
Una fuente que estuvo en estas horas en contacto con la familia de Messi, dijo: “Lo que quieren ahora es cumplirle a Leo lo que él pidió para su llegada a Rosario, tomar mates y estar en su casa. Hubiese sido imposible controlar lo que se podía generar”.