Pese a las versiones no desmentidas de gestiones por debajo de la mesa por un acuerdo entre el kirchnerismo y el Frente Renovador, Sergio Massa se mantiene públicamente firme en su postura de no sumarse al “Frente Patriótico” del PJ y Unidad Ciudadana, y sostener su candidatura presidencial por Alternativa Federal.
“Yo, obviamente, quiero ser presidente. Vamos a consolidar Alternativa Federal, vamos a construir la idea de superar la etapa de la grieta como fracaso de la Argentina“, ratificó este jueves el líder del Frente Renovador durante una recorrida por la ciudad bonaerense de San Nicolás.
Massa pinchó así las conjeturas sobre un inminente acuerdo, que habían sido alimentadas por una seguidilla de señales públicas: la presencia del empresario de medios Daniel Vila en la presentación de Cristina Kirchner en la Feria del Libro, las declaraciones del intendente de Tigre, Julio Zamora (quien también pasó por La Rural), de que votaría a la senadora del Frente para la Victoria, y las expresiones a favor de la unidad de los diputados renovadores Cecilia Moreau e Ignacio de Mendiguren.
En el Instituto Patria evalúan que la candidatura de Lavagna no afecta las posibilidades de triunfo del frente que se está tejiendo con UC y el PJ como las dos patas centrales, ya que en cualquier caso el ex ministro de Economía le carcome a Macri el voto desencantado que fue con él en 2015.
En cambio, ponen las fichas en Massa, quien con un volumen electoral similar al de Lavagna, seduce a una base social de votantes independientes de clase media y media baja que el kirchnerismo considera “recuperables”, es decir, que sin el tigrense en la cancha, podrían volcarse por Cristina.
EL LABERINTO DE MASSA. El tigrense tiene dos ofertas sobre la mesa que le acercó el kirchnerismo a través de Fernández, Máximo Kirchner y “Wado” de Pedro: ser candidato a gobernador, lo que obligaría a sacrificar a Axel Kicillof, o competir en primarias contra Cristina Kirchner.