LG sigue apostando al OLED como la tecnología más novedosa para televisores, y la compañía develó en el CES 2017 su nueva línea W que apuesta -no solo a la calidad de imagen- sino a una forma de que los ambientes luzcan cada vez mejor.
Por ejemplo el modelo de 65 pulgadas mide apenas 2.57 milímetros de espesor y se monta a la pared a través de imanes, haciendo que el resultado final sea prácticamente sin relieve.
“Crea una ilusión de estar viendo a través de una ventana, y no en un televisor”
SI nos preguntamos donde están las conexiones en un TV con esa delgadez, la realidad es que el equipo se conecta a través de un delgado cable a una soundbar que incluye puertos USB, HDMI y todo lo necesario para que el televisor reciba diferentes señales.
Por el momento no hay fechas ni precios anunciados, pero se sabe que llegarán en modelos de 65 y 77 pulgadas, y seguramente su precio estará acorde a su avanzada tecnología.