Ambas carteras nacionales analizan posibles soluciones para paliar las consecuencias generadas por el coronavirus.
El Ministerio de Economía evaluó que la actividad económica seguirá resentida durante el tiempo que dure la emergencia sanitaria, con pérdidas de empleo y de ingresos para los hogares, motivo por el cual la cartera de Desarrollo Productivo propuso extender la continuidad de los programas asistenciales para contener los efectos de la pandemia de coronavirus.
Estas conclusiones forman parte de los informes que ambos ministerios presentaron ante el Comité de Evaluación y Monitoreo del Programa de Asistencia de Emergencia al Trabajo y la Producción (ATP), de acuerdo con el Acta Número 9 incluida en la decisión administrativa 747/2020 publicada en el Boletín Oficial.
“El cese de actividades económicas por la implementación de la cuarentena en la Argentina encuentra la economía doméstica en un contexto recesivo y de fragilidad social derivado, en gran parte, de las políticas económicas implementadas en los últimos cuatro años”, indicó el secretario de Política Económica, Haroldo Montaga.
En ese marco, subrayó que “los primeros efectos visibles de la cuarentena en marzo, cuando sólo una porción del mes tuvo cese de actividades, muestran caídas generalizadas en los sectores industriales, especialmente aquellos no esenciales, y sobre la actividad de la construcción”.
Además, señaló que “los sectores industriales catalogados como esenciales presentan caídas más reducidas”, y puntualizó que “numerosas actividades también se resienten por el freno en la actividad, como las vinculadas al sector energético, y los servicios”.
“Los números para abril se perfilan aún más negativos”, afirmó Montaga, quien puso de relieve que, “en términos de empleo e ingresos, la caída de la actividad productiva puede significar pérdida directa de puestos de trabajo en los casos en los que la tasas de no registro sea más elevada”.
En tanto, consideró que “en aquellas actividades con mayor grado de formalidad es posible la implementación de esquemas de suspensiones y reducciones salariales, como ya están ocurriendo, por ejemplo, con el sindicato de comercio, con la consecuente pérdida de ingresos para los hogares”.
“Esta dinámica podrá prolongarse de acuerdo con la extensión de la cuarentena obligatoria y el grado de flexibilización por actividad y por región”, sostuvo el funcionario.
LA MIRADA DEL MINISTERIO DE DESARROLLO PRODUCTIVO
Por su parte, el jefe de Unidad de Asesores del Ministerio de Desarrollo Productivo, Alejandro Sehtman, indicó que “la paralización de las actividades productivas por el aislamiento obligatorio a raíz del brote de coronavirus en Argentina repercute sobre una estructura económica que ya se encontraba en un contexto de recesión y fragilidad social”.
Remarcó que “los primeros impactos económicos de la cuarentena en marzo, cuando sólo en una parte del mes experimentó el cese de actividades, arrojaron disminuciones severas y transversales a los sectores industriales”.
Afirmó que “hasta ahora, el gobierno nacional ha respondido con diversos instrumentos de contención de la situación productiva y social, tales como el IFE (Ingreso Familiar de Emergencia) y el ATP”, puntualizó el funcionario.
Destacó que “si bien en mayo la actividad económica está comenzando a normalizarse, ya que por ejemplo, el porcentaje de empleos privados formales exceptuados de la cuarentena pasó del 43% el 20 de marzo al 51% el 8 de mayo, la situación económica y productiva general sigue estando profundamente afectada”.
“Visto el escenario descripto, se recomienda que el Estado nacional haga las evaluaciones pertinentes de estos programas y, de este modo, analizar la continuidad de los programas de asistencia estatal que permitan atenuar el impacto económico del coronavirus”, concluyó Sehtman.
Télam