Los estremecedores detalles de la muerte de Robin Williams

El pasado jueves se cumplieron ocho años de la muerte de Robin Williams y su viuda dio detalles estremecedores de los momentos previos a su fallecimiento.

El pasado jueves se cumplieron ocho años de la muerte de Robin Williams y su viuda dio detalles estremecedores de los momentos previos a su fallecimiento. Se sabía que el actor tenía un delicado cuadro de salud al padecer una enfermedad llamada Demencia de Cuerpos de Lewy, pero ahora Susan Schneider contó cómo fueron los últimos meses de vida de su pareja.

De acuerdo a lo que expresó su mujer, el artista comenzó a sentirse mal tras quejarse de un “malestar estomacal”, síntoma al que le siguió un temblor en su mano izquierda. Luego, Williams atravesó una serie de dolencias inconexas, entre las que se sumaron calambres, problemas digestivos, acidez, problema en la vista y pérdida del olfato.

Mientras los médicos demoraban en establecer un diagnóstico preciso para Robin Williams, el artista empezó a desarrollar trastornos en el sueño. “Fue como un desfile interminable de síntomas, y no todos se hacían presentes a la vez. ‘¿Qué síntoma le toca este mes?’ Llegué a preguntarme si mi marido era hipocondríaco. Acudimos a todo tipo de especialistas, pero no había respuestas. Lo intentamos todo”, aseguró Schneider.

Además, la viuda del actor recordó que los doctores les indicaron dormir en camas separadas para que ambos puedan descansar mejor, debido al insomnio que padecía Williams. “Él me dijo, ‘¿esto significa que estamos separados?’ Ese fue un momento shockeante, el instante en que te das cuenta que hay una especie de abismo entre vos y tu mejor amigo, tu compañero, tu amor. Ves realmente dónde se genera, pero te das cuenta que no está basado en la realidad. Fue un momento muy difícil”, expresó dolida la mujer.

Finalmente, la viuda destacó: “Había un problema de enfoque que lo frustraba, había problemas asociados con cómo se sentía y también desde una perspectiva neurológica no se sentía bien. Estaba muy incómodo. Esas drogas -las que le daban para combatir el Parkinson- no son una broma. También son muy duras para la mente y el cuerpo”.