La falta de escenarios para nuevos géneros urbanos dio una luz verde a aquellos locales gastronómicos que salieron a paliar el déficit de lugares para realizar presentaciones
La pandemia quedó atrás y los bares buscan reposicionarse tras el cimbronazo. Con la retracción de los espacios culturales, la falta de escenarios para nuevos géneros urbanos dio una luz verde a aquellos locales gastronómicos que salieron a paliar el déficit de lugares para realizar presentaciones.
En otras palabras, los locales en los que se puede tomar algo, comer variado y disfrutar de un show en vivo no invasivo. La idea de recuperar esos espacios con distintas propuestas y ciclos repetidos semana a semana.
Lucas Barranco produce eventos nocturnos y fue tentado para trabajar en la nueva era de Möns Jardín Futuro, un bar que dejó atrás su faceta cervecera para pasar a copar los nuevos ambientes. Con intervenciones de artistas realizaron nuevas instalaciones de luces y se diferenciaron del “Pichincha convencional”.
“Queríamos hacer algo que diera espacio a artistas a partir de la falta de escenarios que hay en la ciudad. Por eso, entre los cambios que hicimos a la carta y la barra de tragos que sumamos, decidimos agrandar el lugar en el que se subían las bandas para que puedan mostrarse”, explicó en diálogo con Impulso.
En ese marco, apuntó que proyectan realizar ciclos de arte y que ya tuvieron un anticipo, con un evento en el que los comensales tuvieron un lienzo y un trípode para pintar junto a una artista plástica.
“Trabajamos para darle un nuevo escenario y un nuevo ambiente cultural y artístico, principalmente en la música que es la más instantánea que se puede trabajar, con una propuesta de diseño moderno para poder traer algo nuevo a la ciudad”, añadió Barranco. Y concluyó: “Buscamos salir un poco de lo homogéneo. Incluimos grafiteros, exposiciones, ferias, y un cambio en la monotonía del Pichincha de Oroño y Jujuy. Dejar de estar apretados”.
De ese modo, los nuevos bares temáticos como Möns Jardín Futuro buscan introducir alternativas a un mercado que se había vuelto un tanto monótono, apoyado en cervecerías y algunos boliches. La presencia de cartas más variadas y la posibilidad de shows llegan a pelearle a los dos modelos de negocios.