La gente no se guardó nada cada vez que el equipo dio un paso más en la Copa y el de esta jornada fue, hasta ahora, el punto más alto de euforia y celebraciones.
Argentina venció a Países Bajos por penales y consiguió el pase a semifinales del Mundial. La victoria de la Scaloneta desató la locura en la ciudad de Rosario y, como siempre, los rosarinos salieron a festejar a las calles y coparon los típicos Monumentos.
Pese al diluvio que llegó a la ciudad, la gente no se guardó nada cada vez que el equipo dio un paso más en la Copa y el de esta jornada fue, hasta ahora, el punto más alto de euforia y celebraciones.
Sin lugar a dudas, el Monuemento Nacional a la Bandera fue el centro de los festejos. Ni bien Lautaro Martínez concretó el penal que sentenció la historia, las bocinas de los autos comenzaron a sonar y la calle se tiñó de celeste y blanco.