Alejandra Nieto, la esposa de Oscar Biagioni, está entre las 10 aspirantes a ocupar el cargo de jueza penal en Rosario. No tiene trabajos como profesional, sólo en el organismo que integra su marido.
La esposa de Oscar Biagioni, vocal del Tribunal de Cuentas de la provincia de Santa Fe, Alejandra Nieto, está dentro del orden de mérito para el cargo de jueza penal de la jurisdicción de Rosario. Llamó la atención de propios y extraños que el único antecedente laboral de la aspirante es en el mismo Tribunal de Cuentas, lo que generó un pedido de informes en la Cámara de Diputados y el resquemor de otros postulados.
Nieto tiene en su currículum haber trabajado en el Tribunal de Cuentas de la provincia desde que su esposo fue presidente. Tiene como antecedentes académicos los estudios como abogada en la Universidad Católica de Santa Fe y se egresó en el año 2015. Por eso, se generó una nebulosa sobre los criterios de evaluación para formar parte de la lista de aspirantes para ocupar cargos en la justicia santafesina.
Fabián Palo Oliver, diputado, presentó un pedido de informes para conocer de qué manera se conformó la lista de aspirantes a jueces en la provincia en el Consejo de la Magistratura, y cómo es que una persona sin antecedentes laborales en la materia como Alejandra Nieto pueda estar en el ranking para ser elegida por el Poder Ejecutivo para enviar el pliego para cubrir las 3 vacantes en Rosario y 1 en Melincué.
Biagioni, el marido de la aspirante, forma parte de un círculo de poder que integran el senador Armando “Pipi” Traferri y el presidente de la Corte Rafael Gutiérrez. Eso hizo elevar las sospechas de que se trata de un “favor” para él y que Nieto llegó a ese listado con la venia de algunos operadores de este espacio. De hecho, la abogada no tiene ningún antecedente como penalista ni hay registros de que haya litigado en el fuero penal en la provincia.
De hecho, Biagioni tuvo una denuncia por abuso de poder laboral, ya que cuando Nieto ingresó por “concurso” al área de profesionales del organismo, una trabajadora quiso aplicar a ese cargo mayor y le dijeron que no podía porque “ya estaba destinado a otra persona”. Esa otra persona era la misma esposa del presidente del Tribunal de Cuentas. Esa denuncia terminó con una condena firme contra él y su superior, Fernando Serricchio, por hostigamientos a todos aquellos que quisieran participar de ese concurso.
El Consejo de la Magistratura genera una lista de 10 aspirantes a los cargos, y de todos ellos, el gobernador y sus funcionarios eligen a los que creen pertinentes, aunque pueden ser cualquiera de ellos y no necesariamente los primeros del orden de méritos. En los próximos días se conocerán los nombres elegidos.