Se trata de una prueba genética que fue puesta en práctica en la localidad bonaerense de San Pedro.
Un grupo de Investigadores del INTA San Pedro -Buenos Aires- implementaron un test genético para identificar cultivares de durazneros, que pueden utilizarse como parentales para obtener nectarinas o duraznos.
En tanto, una de las cualidades comerciales más utilizadas para seleccionar el fruto del duraznero es la presencia o ausencia de tricomas, que son una especie de “pelitos” que le dan la textura de vellosidad en su piel.
Cuando no hay tricomas, el fruto es una nectarina o pelón (Prunus persica variedad nusipersica, según su denominación científica). Además, aunque esto se da esporádicamente, esta fruta puede llegar a crecer en el mismo árbol del durazno a partir de un brote mutado.
Por eso, para maximizar las posibilidades de producción del fruto, valorado por su textura, su dulzor y su aroma en el mercado, investigadores del INTA pusieron en práctica la mencionada prueba genética.
A su vez, el test permite seleccionar tempranamente los individuos obtenidos a partir de las cruzas y disminuir la duración del proceso de mejoramiento.
Télam