Estados Unidos agrandó su leyenda en el fútbol femenino con su cuarto título en ocho ediciones del Mundial. Las norteamericanas, con goles en el segundo tiempo de Megan Rapinoe de penal y de Rose Lavelle, le ganaron a Holanda por 2-0 en la final.
Lyon se vistió de gala con las dos aficiones más coloridas del Mundial, pero la igualdad en las tribunas no se trasladó al césped, con un equipo estadounidense netamente superior.
Rapinoe, que ya había marcado dos tantos de penal en octavos contra España (2-1), sumó su sexta conquista, con lo que empató en el primer puesto de la tabla de goleadoras con su compatriota Morgan, ambas también con tres asistencias, aunque fue Rapinoe la que se llevó la Bota de Oro al haber disputado menos minutos que su compañera.
La delantera de 34 años del pelo teñido de rosa fue declarada mejor jugadora del partido, algo que se hizo una costumbre en el Mundial después de haberse llevado este trofeo individual en octavos contra España y en cuartos frente a Francia (2-1), donde también marcó.
Esta selección estadounidense no solo fue noticia por su gran juego en el campeonato sino porque su capitana Rapinoe, elegida mejor jugadora del Mundial y comprometida en la lucha contra las discriminaciones, ya anunció que no acudiría a esa recepción que le brindará el gobierno de su país, igual que la defensa Ali Krieger; criticando por diversas medidas al presidente norteamericano.
Con este título EEUU suma 4 conquistas en el palmarés seguido por Alemania con 2, Japón y Noruega con 1. En todos los casos estas selecciones también fueron subcapeonas durante los ocho torneos disputados, así como también selecciones como Brasil, Suecia, China y ahora Holanda.