Finalmente salió el acuerdo adelantado por el gobiernocon el FMI por los USD 20.000 millones. USD 12.000 millones entraron el martes 15 de abril, luego vendrán USD 2.000 millones más el 15 de junio y USD 1.000 millones más el 15 de setiembre, totalizando USD 15.000 millones en el 2025. Luego en mayo y noviembre de cada año entre 2026 y 2028 entran USD 723 millones en cada ocasión y finalmente en marzo del 2029 entran los últimos USD 723 millones totalizando los USD 20.000 millones anunciados.
Al momento del acuerdo, la deuda de Argentina con el FMI era de USD 40.000 millones que equivalen a 6,5% del PBI. Representa menos del 10% de la deuda pública total que asciende a 75% del PBI. Siendo baja su participación, es desproporcionadamente importante porque el 90% restante depende de la relación que el país tenga con el FMI.
El nuevo préstamo tiene el propósito de mejorar estructuralmentela posición de reservas internacionales del país, no sólo en el corto sino también en el mediano y largo plazo. Las proyecciones de la deuda y la posición de reservas del acuerdo se presentan en el Gráfico 1.
Gráfico 1. Reservas brutas y deuda con el FMI
% del PBI
Fuente: LP CONSULTING en base a documento de acuerdo con el FMI
El 2024 en el Gráfico 1 representa la situación al 14 de abril de 2025, día antes que lleguen los dólares del FMI.La deuda con el FMI era el 6,5% del PBI y las reservas en USD 25.000 millones representaban el 4% del PBI. Con los USD 15.000 millones del préstamo, la deuda con el FMI sube a 8,2% del PBI y las reservas se deberían ubicar en USD 36.000 millones o 5,3% del PBI.
En el 2027 (último año de gestión del gobierno) se espera que la acumulación de reservas iguale a la deuda vigente con el FMI (7,5% del PBI) que empezaría a bajar producto de que los repagos deberían ser mayores a los últimos tramos del préstamo. Entre 2025 y 2027 la deuda con el FMI será de USD 55.000 millones (compárese con los USD 40.000 actuales).
Un punto crítico es el 2028 cuando comienza una nueva gestión de gobierno (que podrá ser una segunda gestión del actual o un nuevo gobierno) donde los repagos al FMI son importantes para llegar al 2035 con la deuda con el FMI repagada. Momento en que las reservas deberían ser equivalente a 13% del PBI.En términos de dólares las reservas deberían ser USD 120.000 millones.
Como se puede advertir, subyace en la proyección una Argentinaradicalmente diferente.
¿Cómo se llegaría a esta Argentina Año Verde, según el FMI?
El incremento tan sostenido y robusto de las reservas sólo puede darse por un balance de pagos sostenidamente superavitario. La base de este aumento de reservas tiene que ser exportaciones que crecen, pero también debe haber entrada de capitales por inversiones extranjeras, que es donde el gobierno pone las fichas en los RIGI, y una apertura plena de los mercados internacionales al financiamiento de las empresas argentinas.
En el documento del acuerdo se hacen proyecciones de exportaciones y PBI para los próximos 10 años. Tomando el PBI en términos per cápita y contrastando con el porcentaje de exportaciones sobre el PBI surge lo que se presenta en el Gráfico 2.
Gráfico2.Precio en dólares de dos insumos claves de la producción nacional
Noviembre 2023 = 100
Fuente: LP CONSULTING en base a documento de acuerdo con el FMI
En los primeros 5 años (2025 – 2029) el PBI per cápita se mantendrá relativamente constante, mientras el porcentaje de exportaciones sobre el PBI debe crecer. El crecimiento de las exportaciones con un PBI per cápita estancado tiene subyacente el supuesto de que los dólares del RIGI en este período estarán entrando, pero todavía no madurando, lo cual ocurrirá a partir del 2029 que es cuando el PBI per cápita comienza a crecer. Las exportaciones, por su parte, en los primeros 5 años tienen que crecer en términos relativos. Esto implica un sacrificio en el consumo interno para entablar la fuerte acumulación de reservas que se proyectan en el Gráfico 1.
Nótese que, a partir del 2030, cuando las inversiones del RIGI maduran y, por lo tanto, el PBI per cápita empieza a crecer, es cuando las exportaciones sobre el PBI pueden empezar a ceder y el consumo interno a crecer. En otras palabras, los primeros 5 años del acuerdo –según los supuestos del modelo económico subyacente en el documento del acuerdo– serán de crecimiento económico pero no de crecimiento del consumo interno. Este es el sacrificio que se debe hacer para reconstruir la economía luego de los excesos de consumo del pasado que generaron el descontrol inflacionario. Es después del 2030 que vendrán los tiempos mejores.
Conclusión
El modelo económico subyacente en el acuerdo con el FMI plantea en el horizonte una Argentina muy distinta. Subyace en este modelo una primera etapa de 5 años de relativo sacrificio de consumo para generar dólares con exportaciones hasta que las inversiones extranjeras de los RIGI empiecen a madurar, para tener una economía robusta en términos de acumulación de reservas en los segundos 5 años. Que es cuando la Argentina empezará a liberarse del FMI, ver su PBI per cápita crecer y aumentar el consumo interno.
Dado el poco consenso que tiene el acuerdo con el FMI entre la clase política argentina (el mejor ejemplo es la imposición de aprobarlo por DNU para evitar su paso por el Congreso) y que no está garantizado que las proyecciones de acumulación de reservas que figuran en el documento del acuerdo se hagan realidad, hay más dudas que optimismo respecto de que este acuerdo vaya a tener buen fin. La Argentina tiene acuerdos con el FMI desde 1958 desde el gobierno de Frondizi. Este es el acuerdo Nº 23, con el antecedente de que los 22 anteriores no salieron bien.
El propio FMI en el documento de este acuerdo se mantiene usando un eufemismo (que lo empezó a aplicar en el acuerdo con Macri en el 2018 y lo volvió a aplicar con el Ministro Guzmán en el 2022) de que el acuerdo tiene probabilidades de éxito, pero “no son altas”.
Un eufemismo que deja trasuntar que la decisión del FMI fue más política que técnica.
Fuente: LP CONSULTING