El nuevo cepo que dispuso el gobierno nacional para la compra de dólares (100 y 200 mensuales dependiendo si la compra es en efectivo o Home Banking) dispara una nueva preocupación en sectores como: importadores, turismo y mercado inmobiliario.
El mismo Alberto Fernández se ocupó en la campaña de descartar un cepo en su eventual gobierno y también fue crítico de las restricciones cambiarias que había implementado el último gobierno de Cristina Fernández. “El cepo es como poner una piedra en una puerta giratoria. Terminas con el problema de la salida de dólares pero, al mismo tiempo, generas uno nuevo que es limitar el ingreso de divisas”, repitió una y otra vez el presidente electo cada vez que lo consultaron por el cepo.
En contacto con Impulso, el economista Alejandro Bonalumi sostuvo: “El nuevo límite a la compra de dólares era urgente y necesario, pero no puede ser para siempre”.
En principio la medida es hasta diciembre, cuando asuma el nuevo gobierno. “Alberto Fernández debe resolver el tema con urgencia. Argentina necesita que ingresen dólares genuinos para pagar los vencimientos de deuda del año 2020”, recordó el economista.
Al mismo tiempo Bonalumi aseguró que con el dólar oficial frenado por el cepo se empiezan a generar nuevos problemas. “Debe ser una medida a corto plazo para frenar la caída de las reservas, pero no puede durar mucho tiempo. De lo contario comenzará a haber atraso cambiario, más brecha entre el dólar paralelo y el oficial, y se empezarán a descontrolar el resto de las variables económica”, concluyó.