Cuándo se conocerá el veredicto por el asesinato de Lucio Dupuy

Por el crimen, en el banquillo de los acusados se encuentran su madre, Magdalena Espósito y su novia, Abigail Páez

El asesinato de Lucio Dupuy estremeció a todo el país. La muerte del niño se dio el 26 de noviembre de 2021 y en el banquillo de los acusados se encuentran su madre, Magdalena Espósito y su novia, Abigail Páez. El pasado 22 de diciembre culminaron las 18 audiencias de pruebas y los alegatos, en los que la Fiscalía pidió que las mujeres sean condenadas a reclusión perpetua por “homicidio calificado y abuso sexual gravemente ultrajante”.

En ese marco, se espera que el veredicto final llegue el 2 de febrero. Uno de los puntos más importantes de las exposiciones fue la autopsia realizada sobre la víctima. Estudio que las acusadas pidieron no escuchar. En ese punto se refirió que las imputadas “agredieron físicamente, en forma conjunta” a Lucio entre las 17.30 y las 19.40 del 26 de noviembre de 2021 en la casa en la que vivían en Santa Rosa, ocasionándole múltiples lesiones que le provocaron la muerte, luego de un período de agonía. 

En el marco de la audiencia número 14 del juicio por el asesinato de Lucio Dupuy, llevada a cabo el pasado miércoles 7 de diciembre, la Abigail Páez, pareja de la madre del pequeño que murió torturado, pidió declarar. 

Entre lágrimas, la novia de Magdalena Espósito, tomó la palabra sin aceptar preguntas, mientras que su pareja pidió retirarse del lugar para no escucharla. Ya con la sala en condiciones, la acusada se refirió a los hechos sucedidos el 26 de noviembre de 2021, cuando Lucio fue declarado muerto en una salita de Santa Rosa, La Pampa.

La mujer contó que cuando se hizo de noche, llevó al trabajo a Magdalena y luego volvió a su casa para “cuidar a Lucio”. Entre otras cosas, declaró que golpeó al menor porque “se había mandado un moco”. Y añadió: “Entonces lo tomé del brazo y le pegué varias pataditas en la cola. Fue todo muy rápido, no sé. Le pegué y no medí donde, ni sé por qué tampoco. No le encuentro una explicación todavía”.

En su relato no mencionó cuestiones referidas a la autopsia realizada sobre la víctima, donde se detallaron golpes, mordeduras, heridas, signos de abuso sexual de data histórica y reciente. “Cuando llegué a la casa, lo vi a Lucio que se estaba mandando un moco. No importa qué, porque no viene al caso. Entonces lo tomé del brazo y le pegué varias pataditas en la cola. Fue todo muy rápido, no sé. Le pegué y no medí donde la verdad, ni sé por qué tampoco”, dijo.

Con la voz rota, Páez continuó: “No le encuentro una explicación todavía. Sé que lo lastimé, me di cuenta en el momento e intenté remediarlo. Luego, lo alcé y lo llevé a la ducha porque pensé que iba a reaccionar. Él intentaba hablar, estaba consciente todavía. Se bañó parado. Él me intentaba hablar, como para decir algo, pero no le salían las palabras”.

Sin embargo, en la autopsia se indicó un fuerte golpe que le afectaba la cadera, el glúteo y la pierna, con una data de 7 a 8 días. Además, el informe relató, por lo menos, una decena de golpes que se produjeron ese mismo día del asesinato.

“Cuando estábamos en la ducha, él se estaba bañando parado. Como vi que se estaba debilitando o desvaneciendo, no sé, lo saqué de la ducha, lo tapé con su toallón y lo llevé a mi pieza. Después lo senté en la cama y me fui a buscar ropa a su pieza para cambiarlo, lo más rápido posible porque era una situación muy desesperante en la que no sabía cómo reaccionar, ni que hacer para que él se recomponga”, continuó la acusada. Y expresó:  “Cuando voy a buscar ropa para cambiarlo escucho un golpe y cuando vuelvo lo veo que están él estaba tirado en el piso, sin reacción. De cara al piso. Ni siquiera había apoyado las manos. Como si estuviese desmayado, no sé. Entonces yo por el mismo temor lo toqué con el pie para ver si reaccionaba y vi que no tenía respuesta de él, entonces me acerqué y lo di vuelta, lo puse boca arriba”.

La mujer explicó que intentó reanimarlo, pero aclaró que no sabía cómo hacerlo: “Le intente hacer RCP. No sé si lo hice bien o mal o si pudo haberlo lastimado más porque no sabía cómo hacer la maniobra como correspondía”.

“En ese momento, lo levanté a upa y traté de ponerlo en mi hombro para que estuviera bien acomodado y no se me cayera. En ese momento el vómito cuando estábamos por salir de casa, no sé si en el comedor. Largó como una bilis, un vómito transparente. Y nada, después lo lleve a la salita. Ahí llegamos al hospital y me dijeron que había fallecido, que no tenía vida”, concluyó.