El cine de animación nos ofreció durante años una gran cantidad de títulos que pasaron a la historia contemporánea como grandes referentes.Sin embargo, no fue hasta 2010 cuando sentí que se había llegado a la cima con el estreno de “Cómo Entrenar a Tu Dragón”, posiblemente la película más emotiva del género.
Por eso, la secuela tenía un peso muy fuerte en sus espaldas. No se trataba sólo de hacer una continuación digna si no estar al menos, a la altura.
“How To Train Your Dragon 2” fue más allá que la primera parte desde lo visual y técnico, con un despliegue de colores, planos y secuencias, definitivamente increíble.
Y su historia, quizás algo menos tierna que su predecesora, nos trajo una poderosa trama, en la que no dejan de estar presente los valores de la integración.
La primera HTTYD sentó las bases de una composición de personajes fuertes, entre los que se destacan Hipo y Chimuelo. Hipo, es un joven rebelde y poco seguro, que quiere romper las reglas de su pueblo y demostrar que los dragones no eran malos. Visto obligado a cazar uno de ellos, logra derribar al más poderoso de todos: el Furia Nocturna. En el proceso, la cola del dragón (Chimuelo) sufre un accidente e Hipo logra recuperarla con una prótesis y generan una estrecha amistad, en una relación casi simbiótica. Sobre el final de la película, Hipo también tiene un accidente y pierde una pierna.
En ambos casos, esa dificultad no les impide llevar una vida plena, e incluso, gracias al ingenio de Hipo, volar por los aires haciendo infinidad de piruetas, como mostró el teaser de la segunda parte:
En este nuevo capítulo, Hipo ya más maduro y con veinte años, es elegido por su padre para ser el jefe de su tribu, algo a lo que también se resiste. Mientras hace sus vuelos buscando nuevas tierras, descubre más dragones y otras tribus, y debe enfrentarse al villano Drago quien quiere tomar el control y destruir a dragones.
El film tiene algunos guiños a La Guerra de las Galaxias, especialmente en escenas de batallas y en la espada que usa Hipo, una suerte de sable láser, pero de fuego.
En un momento de la historia, Hipo le dice a su novia: “Tu siempre supiste quien eras. Sin embargo, yo sigo buscando”, a lo que ella responde: “Lo que estás buscando no está ahí afuera, está en tu corazón”.
Y claramente, lo que muchos estábamos buscando en el cine, lo encontramos dentro de esta película.
Por Norberto Sica, director editorial de #IMPULSO (Clic aquí para seguir en Twitter)