El flamante presidente chileno escogió el lugar donde vivirá mientras esté al frente del gobierno del país.
Cuatro visitas a la zona, el visto bueno de los responsables de seguridad y sus dimensiones y ubicación terminaron por empujar al presidente electo de Chile, Gabriel Boric, a decidir que su residencia durante su mandato estará en el barrio Yungay, en pleno centro de Santiago.
Como Chile no tiene residencia presidencial –a diferencia de otros países de la región, como Argentina y Uruguay-, Boric debió gestionarse donde vivirá el tiempo que esté al frente del Palacio La Moneda.
Su equipo de asesores y Carabineros coincidieron en que el lugar elegido debía cumplir con “estándares mínimos de seguridad”, resumidos en los ítems accesibilidad, estructura sólida y vías de acceso a la residencia.
Finalmente, el lugar elegido para que Boric viva desde el 11 de marzo –cuando asumirá la jefatura del Estado- es en Yungay, que en la cuenta de la red Twitter de sus vecinos se presenta como “el primer barrio republicano, fundado en abril de 1839”.
Según el diario La Tercera, la casa tiene 500 metros cuadrados, 13 dormitorios y nueve baños, de acuerdo a la publicación en el sitio web Portal Inmobiliario.
Que sea una propiedad grande y céntrica fueron dos datos centrales para que el futuro mandatario la eligiera, aunque la seguridad fue también un elemento clave.
La residencia cuenta con un sistema asísmico, está recientemente remodelada -en alcantarillados, sistema eléctrico y ventanas-, tiene un patio interno y el edificio más alto de los alrededores es de apenas cuatro pisos, lo que garantiza la privacidad.
Las dimensiones facilitan también la ubicación de cámaras de seguridad en los lugares de ingreso. Otra cuestión importante era la cantidad de accesos, porque se buscaba un lugar con eventuales salidas de emergencia.
La casa tiene acceso fácil hacia la Alameda –la avenida céntrica santiaguina-, y está cerca de tres rutas, con llegada rápida hacia el aeropuerto. Se estima que lleva 10 minutos llegar en auto hasta la sede del Gobierno.
Algunas versiones recogidas por el diario señalan el pasado de “barrio anarquista” con el que carga Yungay y su fama de sede de actividades del narcotráfico ahora, aunque la llegada misma de Boric supone que el sector se volverá más seguro justamente porque implicará un mayor despliegue de fuerzas de seguridad.
Télam