Tanto se esperó este encuentro. El sábado había quedado esa sensación a vacío que este domingo se pudo llenar, porque en un partido muy emotivo y cambiante Boca Juniors y River Plate quedaron en tablas en el encuentro de ida por la final de la Copa Libertadores de América.
El partido empezó intenso desde el primer tiempo y el que pareció que tenía más claro lo que debía hacer era el equipo de Marcelo Gallardo que tuvo varias llegadas claras que terminaron en remates desviados o en grandes intervenciones de Rossi.
Pero como en casi todo clásico si no se aprovechan los momentos de superioridad se puede terminar sufriendo y así fue cuando después de un doble remate, con una floja respuesta de Armani, Wanchope Ábila puso el uno a cero y lo locura en la Bombonera llegó.
Poco duró dicha alegría porque apenas movió del centro del campo Pratto quedó mano a mano con Rossi y empató el partido enseguida, vuelta a empezar para el xeneize. Pavón salió lesionado e ingresó el protagonista del segundo gol de Boca, el Pipa Benedetto que después de un tiro libre metió un tremendo cabezazo imposible de atajar para el uno riverplatense, el local se iba con ventaja al descanso.
En el complemento, cuando parecía tener el partido controlado el equipo de Barros Schelotto, otra pelota parada a favor del millonario que termina después de un desvío en Izquierdoz en el empate final.
River fue más, tuvo más llegadas y dio la sensación de ser el más claro. Boca aprovechó su momento para golpear y le quedó ese gusto a no llevarse diferencia a favor al Monumetal. La serie está abierta y el próximo sábado 24 de noviembre tendrá una definición y al campeón de la Copa Libertadores de América.