La imposibilidad de viajar y el encierro prolongado por el aislamiento social, generó un aumento en la búsqueda de casas y quintas con espacios verdes y pileta para alquilar en zonas aledañas a la ciudad de cara al próximo verano.
De todas formas, la oferta de viviendas disponibles para lugares como Funes y Roldán se redujo entre un 60 y un 70 por ciento ya que sus ocupantes deciden quedarse por las restricciones de salida.
El teletrabajo permite que los plazos de renta se extiendan, por lo tanto, la gente que habitualmente busca por mes o quincena, ahora como mínimo quieren alquilar por un mes y la mayoría de los casos por temporada o hasta 5 meses.
“Los alquileres empezaron a moverse en julio, en agosto históricamente se cierran muy poquitos contratos y este año batieron todos los récords”, explican desde las inmobiliarias de las afueras de Rosario.
Por otra parte, debido al gran aumento en la demanda de propiedades de verano, es notorio el aumento en los valores con respecto a los años anteriores; el precio promedio ronda los 180 mil pesos por mes, pero puede llegar a 4.500 dólares si es una propiedad en un barrio cerrado.