El presidente argentino se refirió al cuadro de salud que lo marginó del comienzo de la cumbre del G20.
En conferencia de prensa desde la isla de Bali, Alberto Fernández afirmó que tuvo “una descompensación producto de una gastritis erosiva, que generó un sangrado y una baja de la presión importante”.
En ese marco, destacó que debió ser internado “para verificar exactamente el nivel de sangrado”, por lo que “nos trasladamos a un hospital de Bali al solo efecto de hacer una endoscopía”.
“Cuando terminamos eso, hicimos un ratito de tiempo para la reunión con (el presidente de la República Popular China) Xi Jinping, donde definitivamente quería estar”, continuó. Y dijo: “Les agradezco a todos por la preocupación; estoy bien, estoy trabajando bien”.
Debido a ese malestar, el mandatario no asistió a las dos sesiones plenarias del G20, sobre Seguridad alimentaria y energética; y sobre Salud; y fue el canciller Santiago Cafiero quien leyó ambos discursos.
El presidente Alberto Fernández regresó a sus actividades en la cumbre del G20 desarrollada en Bali, Indonesia, tras estar internado por una gastritis erosiva con signos de sangrado que lo obligó a postergar su agenda, y mantuvo una reunión bilateral con su par chino Xi Jinping.
Ambos mandatarios estuvieron juntos en 20 minutos en el Hotel Mulia de la isla de Bali dijeron desde Presidencia de la Nación.
La comitiva encabezada por Fernández está integrada por el canciller Santiago Cafiero; el ministro de Economía, Sergio Massa; los secretarios General de la Presidencia, Julio Vitobello; y de Comunicación y Prensa, Gabriela Cerruti; el vicejefe de Gabinete, Juan Manuel Olmos; la secretaria de Energía, Flavia Royón; y la jefa de Gabinete de Cancillería, Luciana Tito.
El mandatario también estuvo acompañado en forma permanente por el doctor Manuel Estigarribia, de la Unidad Médica Presidencial.