¿Dónde practicar pesca con mosca en la Patagonia?

Por Impulso

Enmarcada en el majestuoso escenario de las cordilleras montañosas más bellas del mundo, la pesca a mosca es una de las actividades más fascinantes para realizar en la Patagonia.

La variedad de truchas y la posibilidad de conocer uno de los destinos imperdibles del mundo salvaje, justifican la idea de dejarlo todo y planificar ahora mismo un viajes de pesca al destino que concentra buena parte de la cultura, belleza paisajística y buena comida de Chile y Argentina.

Top 4 de lugares perfectos para la pesca deportiva en la Patagonia

La pesca con mosca o fly fishing es una disciplina que viene ganando fuerza entre los amantes de la naturaleza. Quienes practican el deporte recreativo se lanzan a la búsqueda de lugares especiales, la zona austral americana es uno de ellos.

Esta importante reserva hidrográfica, está conformada por ríos y lagos que, además de hermosos paisajes, concentran una amplia variedad de fauna perfecta para la pesca no competitiva.

Río Puelo

El potencial ecoturístico del Rio Pueblo obedece a su estratégica ubicación a 150 km al sur de Puerto Montt, escenarios naturales de ensueño y la oportunidad de pescar un salmón chinook de 25 kilos atraen a quienes disfrutan la actividad.

La resolución exenta, posibilita las opciones de pesca durante una larga temporada que inicia el segundo viernes de septiembre y se extiende hasta el fin del mes de mayo. A diferencia de las truchas que deben ser devueltas en su totalidad, está permitido capturar un salmón por estadía.

Lago Yelcho

Las atractivas aguas color verde esmeralda atraen cada año a más turistas especializados en la pesca deportiva que quieren vivir experiencias inolvidables. Si bien el Yelcho debe su fama mundial a las colosales truchas, es la perfección del entorno lo que lo hace verdaderamente excepcional.

 

Las montañas y vegetación que rodean la zona son dignas de una postal, sin apartar la posibilidad de conocer otras locaciones de la provincia de Palena y catar vinos en Chaitén.

Río Simpson

Si hay un lugar emblemático en la Patagonia para los aficionados al fly fishing es sin duda, el Río Simpson. La distinción obedece a la variedad de peces, ya sea embarcado o vadeando, entre los que sobresalen gigantescos salmones, Chinook y truchas arcoíris.

Extendiéndose a lo largo de 90 km aproximadamente, sus aguas son el hogar de las codiciadas peladillas. El periodo de pesca se extiende desde octubre a mayo y aunque es necesario disponer del permiso o licencia que otorga el Servicio Nacional de Pesca, merece el esfuerzo.

El paisaje hidrográfico es complementado con escenarios verdes de gran impacto, en los que pumas y pudúes son los líderes.

El río es perfecto para los amantes de la práctica que disfrutan los desafíos y no temen luchar sin tregua con los peces que se meten contra corriente para complicar su captura.

Río Grande

Aunque la diversidad es su punto fuerte, en sus aguas esperan para ser capturadas de forma deportiva, ejemplares de truchas de mar que alcanzan los 14 kilogramos.

De acuerdo a la revista Lonely Planet, el Río Grande es uno de los 10 mejores lugares para pescar a escala mundial. Una de sus grandes ventajas es que mantiene activa la práctica durante buena parte del año.

Mientras las truchas de agua dulce se concentran en el cauce entre octubre y abril, las de mar (o Sea Run) aparecen junto a los salmones a partir de febrero, mes del año en el que acostumbran regresar para cumplir su ciclo y desovar.

¿Cómo llegar a estos imperdibles de la pesca con mosca?

A pesar de que es posible llegar hasta la zona en ferry, la mejor forma de disfrutar la actividad es a través del servicio de una empresa especializada. Por lo general, los paquetes ofrecidos incluyen traslado, estadía y lo necesario para vivir experiencias irrepetibles.



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