Impulso

Es uno de los destinos turísticos más importantes del mundo, y uno que todos deberían visitar alguna vez, si tienen la oportunidad. Es una ciudad única, mágica, detenida en el tiempo y representa una de las postales más famosas de Italia y del mundo. Pero si el plan es visitar a Venecia en 2015, mejor será revisar qué equipaje llevamos.

A este destino se puede llegar por avión o por tren, y una vez que salimos –del aeropuerto o la estación- nos encontramos con la “sorpresa” que los medios son el vaporetto (transporte público acuático) o un taxi-lancha, si el presupuesto lo permite. Las góndolas llegarán después como una opción para un recorrido turístico, pero usualmente no se usan como medio de transporte.

Difícilmente el vaporetto o el taxi-lancha nos deje frente a nuestro hotel, y por más cerca del Gran Canal que esté, necesitaremos descender y caminar metros –muchas veces decenas o cientos- a través de calles pequeñas, puentes y recorridos laberinticos para arribar, ya que no se utilizan medios de transporte en superficie.

No hace falta explicar que las valijas –o maletas- con ruedas son más que habituales en los turistas, y –con los medios de transporte limitados- son prácticamente esenciales en Venecia para poder realizar un recorrido hasta el hotel –inclusive si el personal del hotel nos acompaña- algo que está molestando a los venecianos por una sencilla razón: el ruido.

La solución (extraña)
Fundamentando que los venecianos (incluyendo residentes y propietarios de comercios) están cansados del ruido que generan los turistas llevando sus valijas con ruedas por los caminos de la ciudad, y que resulta en contaminación acústica que se amplifica por las características del suelo y los pasillos, el Consejo de Venecia ha puesto todas sus herramientas para conseguir una prohibición del equipaje con ruedas duras, obligando a millones de turistas que visitan anualmente la ciudad a realizar cambios en su conducta o simplemente en su equipaje.

La opción que promueven es utilizar valijas que tengan ruedan con aire que evitan el ruido por ser mucho más suaves, aunque son una mínima porción de las utilizadas en el mundo, que suelen ser duras y generan esa fricción.

“Las autoridades están preocupadas por la creciente contaminación acústica” dijo al Consejo en un comunicado, según detalla Telegraph.

“El constante movimiento del equipaje con ruedas genera malestar para los venecianos y también causan el deterioro progresivo de pavimento, escalones de mármol y puentes con siglos de antigüedad” agregó.

El Consejo espera –si no hay inconvenientes- hacer que esta normativa esté vigente desde el próximo mes de mayo de 2015, y la iniciativa incluye multas que van desde los €100 hasta los €500 para los turistas que no la cumplan.

La medida es al menos extraña y hasta podría calificarse de ridícula, y pensar que –como todo indica- podría ser una realidad en apenas meses, pone en dudas como sería su implementación.

Lo único claro que queda sobre esta medida, es que a los venecianos les molesta ruido (ajeno), ya que la restricción solo corre para los turistas, y los residentes podrán seguir utilizando sus valijas sin inconvenientes, que –según parece- si es local, el ruido no molesta.