La remera María Sol Ordas se coronó en la categoría single scull
La emoción de María Sol Ordas golpeó fuerte a los hinchas argentinos que se acercaron al Dique 3 de Puerto Madero para alentar a esta chica de 18 años que tenía grandes chances de ser la protagonista del día, es que por primera vez llegó una medalla de oro para el remo femenino y la protagonista tiene una gran historia detrás.
La palista que tuvo su día de gloria es de General Pacheco y es hija de dos ex remeros, su papá Damián compitió en Sidney 2000, mientras que su mamá Dolores Amaya tiene una historia particular, estuvo presente en Atlanta 1996, pero no pudo participar en Sidney porque justamente estaba embarazada de María Sol.
Ordas ya había tenido grandes actuaciones en el circuito, traía en su currículum la presea dorada en los sudamericanos de la juventud en Santiago de Chile el año pasado pero le había quedado el gusto amargo de haberse quedado con el segundo puesto en el Campeonato Mundial Junior de Racice, República Checa.
La ilusión de un futuro promisorio para Maria Sol está, Tokio 2020 será la meta de esta joven que busca la gloria, aquella que no pudo su papá Damián, esa misma que buscó su mamá Dolores, y la que el deporte argentino necesita, potenciar a los jóvenes para llegar a lo más alto.
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